Salvador Centeno Prieto (Villademor de la Vega, León, 1960), estudió Filosofía en Oviedo y es profesor titular del Instituto Valle de Aller. "Ya de mayor", defendió su tesis doctoral en 2014, dirigida por el profesor Alberto Hidalgo, sobre "La concepción del espacio en Demócrito", en la que utiliza la doctrina del Materialismo Filosófico desarrollada por Gustavo Bueno, que ha elogiado dicho trabajo.
-¿Por qué estudiar la idea de espacio y de vacío?
-Demócrito fue el primer filósofo materialista ("todo son átomos"), pero me llamó la atención que concretamente dice: "En realidad, sólo átomos y vacío". Es decir, que el vacío tiene algún tipo de realidad, y tiene que tenerla para dar consistencia a los átomos. Hasta entonces, el gran filosofo influyente, Parménides, había dicho que el ser era el ser, y el "no ser" no existía. Pero Demócrito dice que el "no ser" es de algún modo. Es ese "algún modo" el que intento definir en la tesis.
-¿Y bien?
-En realidad, Demócrito no inventa nada, sino que lo recoge de las técnicas que se emplean en su tiempo. Ésta es una idea materialista que defiende Gustavo Bueno, es decir, que la filosofía nace a partir de la reflexión sobre las técnicas. Por eso, en la tesis voy recorriendo la arquitectura, la cerámica o las estrategias de la guerra.
-¿Ejemplos?
-Un general, Epaminondas, se da cuenta de que si él toma el espacio como un espacio abstracto y neutro puede colocar el ejército de otra forma y vencer. Y vence porque el espacio ha dejado de ser cualitativo, es decir, que el flanco izquierdo o el derecho sean mejores o peores. Él señala unos lugares y un orden. Otro caso: en la creación y el desarrollo de una ciudad, por ejemplo, en un lugar selvático, imposible de recorrer o de medir; un "ápeiron", como decía Anaximandro, algo no medible y no medido. Pero al establecer una ciudad pones unos límites, creas un cosmos, un orden. Y el vacío es el espacio en blanco a partir del cual el geómetra empieza a dibujar. Ésa es la idea que maneja Demócrito: el vacío, por tanto, sería un instrumento de trabajo, tal y como aparece en esas técnicas. Y la idea de vacío, que consiste en dejar neutralizado el espacio, y sirve incluso para entender mejor la democracia.
-¿A saber?
-Demócrito era temible porque sus ideas favorecían la democracia o, al menos, alguna posible interpretación de ésta. Si situamos al individuo en un vacío en el que todos son iguales, eso es peligroso para los antidemócratas. Si partimos de un espacio homogéneo, da igual que el individuo se coloque en un lugar u otro. En Homero, el espacio de Themis (diosa de la justicia) es un espacio circular, acotado por unas piedras, en el que todo está acotado y en el que sólo pueden hablar los nobles. No es un espacio vacío. Pero si hay vacío, los ciudadanos se pueden ecualizar, igualar. Eso hace pensar que los átomos son los individuos, y ésa ha sido la interpretación de Adrados, el individuo como átomo.
-El vacío después de Demócrito.
-Fue negado constantemente a lo largo de la historia de la filosofía y sólo fue mantenido por Epicuro o Lucrecio. El Cristianismo fue de los que más luchó contra el vacío, y contra la idea de nada, y contra el atomismo, en definitiva. Para el Cristianismo, si existe la nada, no hay salvación, es decir, la idea de salvación no casa con la idea de vacío, pese a que el Cristianismo habla de la creación "ex nihilo", a partir de la nada. Pero eso era antes de la creación.
-Es decir, que no se puede postular algo que haya quedado fuera de la acción creadora de Dios.
-Podría decirse así. Se dice que a Galileo le condenaron por la idea del geocentrismo, pero la tesis suya más peligrosa para el Cristianismo era su atomismo, que no casa bien con la idea de transubstanciación.
-Pero, en consecuencia, ¿qué es el vacío?
-Es una idea material, pero no corpórea. Como la idea de distancia: la distancia entre usted y yo en este momento, ¿no es acaso real, aunque no sea algo incorpóreo? Otro ejemplo que suele poner Gustavo Bueno: el dolor de una apendicitis, ¿no es tan real como la propia infección del apéndice? O las relaciones mayor/menor que: usted es más joven que yo, o viceversa. Esas relaciones, ¿qué tipo de realidad tienen? Desde el punto de vista del Materialismo Filosófico podemos preguntar dónde está esa relación, o en qué se asienta, ¿en usted?, ¿en mí?, ¿en medio? Estas cuestiones vienen desde Demócrito, que es el primer materialista que rompe con el corporeísmo, que habla de ideas que aun no siendo corpóreas son realidades materiales. Y ése es el trabajo del Materialismo Filosófico.
-¿Cuál es el momento de la filosofía de Gustavo Bueno?
-Podemos hablar de nuevas oleadas, por utilizar la palabra que ellos utilizan. Creo que cada vez tiene una extensión y una aceptación mayores, por ejemplo, fuera de España, en Latinoamérica, gracias a las publicaciones y materiales audiovisuales que ofrece la Fundación Gustavo Bueno. Pero en la Universidad de Oviedo está olvidándose. Siempre me llama la atención que no haya profesores o alumnos de la Universidad en las conferencias de Gustavo Bueno. Los profesores no irán porque estarán produciendo, supongo. Yo fui alumno suyo y utilizo sus herramientas. Sin embargo, es verdad que otros alumnos han derivado hacia la fenomenología.
-El Materialismo de Bueno se presenta como filosofía crítica.
-No hay ningún otro sistema filosófico en España tan crítico, tan agudo y válido para tantas disciplinas. Se puede hacer crítica filosófica de la política, la religión y la ciencia, que son los tres ámbitos fundamentales. Creo que donde Gustavo Bueno ha dado el do de pecho ha sido en la crítica de la religión y de la ciencia. Por ejemplo, la teoría del Cierre Categorial permite colocar y saber qué son las ciencias. Los mejores alumnos de Bueno son los que se han dedicado a tomar la estructura del Cierre Categorial y aplicarlo a ciencias como la geología, la física, la información...
-¿Estado de la Filosofía en los institutos?
-Con la LOMCE queda solamente una asignatura en primero de Bachillerato, con tres horas semanales. Lo demás, Psicología e Historia de la Filosofía, serán optativas, pero sólo en Humanidades. Y Ética va a ser alternativa a Religión y se llamará algo así como Valores. En suma, perdemos cantidad, pero, sobre todo, calidad. Un alumno que termine el Bachillerato es posible que lo haga sin estudiar nada de Platón, nada de Aristóteles ni nada de Historia de la Filosofía, a no ser por las pocas nociones que podamos darle en las tres horas de primero. Esto ya lo había intentado el PSOE, y no es una cosa que se pueda achacar al PP.
-¿Consecuencias?
-Esta ideología positivista reinante y el criterio de utilidad, ridículo, es la que funciona.
-¿Qué perderán los alumnos?
-La capacidad crítica que proporcionan las herramientas filosóficas y que abarcan al resto de las disciplinas. Lo que pierde el alumno es una visión de segundo grado de cómo son los demás conocimientos. A lo mejor, lo que en realidad se quiere es que se pierda todo eso.
