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La plusmarquista más veterana de Oviedo

Felicitas González, de 76 años, fue una pionera del atletismo en la ciudad "cuando decían que mejor estaba fregando"

Felicitas González, ayer, en el auditorio Príncipe Felipe. RUBÉN IBÁÑEZ

Felicitas González Rodríguez se cambia de calzado varias veces al día. Sin excepciones. Zapato plano y cómodo para hacer la compra, con algo de tacón para asistir a una conferencia, y zapatillas de deporte perfectamente adaptadas a sus pies para correr. A sus 76 años, esta vecina de Oviedo nacida en Llanera no perdona sus dos horas diarias de gimnasio y sus "tres o cuatro kilómetros en la cinta, la pista finlandesa, los circuitos de San Lázaro, o donde pinte". De figura elegante, alta y esbelta, atribuye su buena salud "a la práctica del deporte durante media existencia". Un estilo de vida que la ha llevado a ser campeona de España de atletismo, en 800 y 1.500 metros, en dieciocho ocasiones.

Los comienzos deportivos de Felicitas no fueron fáciles. "Gané una carrera popular en las fiestas de Llanera cuando tenía 11 o 12 años y mis padres me prohibieron volver a hacerlo porque no estaba bien visto que una chavalina corriera y mucho menos ganara a los guajes". Así pues, por el miedo al que dirán se aguantó sus ganas de salir corriendo hasta que conoció a su marido, Juan José Laviada, experto en maratones.

"Me dediqué al mundo de la peluquería y a cuidar a mis hijos mientras fueron pequeños, pero luego, al ser más mayorinos, me lancé a las pistas". Eso fue al final de la década de los setenta, cuando en Oviedo apenas había instalaciones deportivas. "Por no haber, casi no había ni zapatillas de deporte". Felicitas empezó a correr por el bario del Cristo "cuando hicieron una vía de ceniza" y lo cambió por San Lázaro tras la inauguración de las pistas.

"Allí corría con otra mujer y lo pasábamos muy mal en los entrenamientos porque los hombres nos insultaban. Lo más suave era decir que mejor estaba fregando". Pero la atleta no se desanimó y decidió poner fin a los improperios. Se fue derecha al Ayuntamiento "para decirle a Antonio Masip (el entonces Alcalde) que cerrase las puertas de la instalación y que se vigilase la entrada".

El palmarés de Felicitas no dejó de crecer desde entonces y se preparó con Fernando Azurmendi (el entrenador que tuvo el piloto Fernando Alonso en sus inicios) en el Palacio de los Deportes. Algunos de sus logros son sorprendentes. "Participé a los 61 años en una media maratón en Benidorm y no había nadie de mi edad. Al final corrí con las de 50 años y quedé segunda".

La veterana atleta, estos días en el dique seco por una lesión, es miembro del club ovetense "Corre con nosotras". Tiene sus retos: "Fomentar el deporte entre los niños con síndrome de Down y animar a las mujeres de mi edad a dejar de apoltronarse en el sofá para ver la tele y fartarse a pasteles".

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