Elena FERNÁNDEZ-PELLO

Faustino Varela da la cara sin miedo. Lleva trabajando en TUA (Transportes Unidos de Asturias) más de veinte años y reconoce que su situación laboral es buena. No todo el personal cuenta lo mismo. Ayer, entre los que protestaban a las puertas de la plaza de Trascorrales, donde el Alcalde había acudido a inaugurar la feria del libro, había una compañera que hablaba de siete años con contratos eventuales, cubriendo fines de semana y bajas. Aseguraba que no son pocos los que están en las mismas condiciones -unos sesenta, dijo echando un cálculo por lo alto- y como tiene miedo a no volver a firmar un contrato con TUA ruega que no se muestre su rostro ni se revele su nombre. Por empleados como ella dan la cara otros como Varela, que cuenta que "la empresa dice que ellos no dan el perfil para estar en plantilla, pero los contratan una y otra vez, los utilizan. Queremos trabajo pero digno".

Él mismo y otro de sus compañeros, Floro Alonso, relatan que la compañía sustituye a esos trabajadores por los jóvenes recién formados, que es a estos a los que obligan a hacer horas extraordinarias, que les pagan a siete euros frente a los diecisiete que recibe un empleado de plantilla, y que no se respetan los turnos ni las horas de descanso. Ambos, Varela y Alonso, hablan incluso de amenazas de los directivos.

Los trabajadores de TUA esperaron con pitidos la salida de Agustín Iglesias Caunedo de Libroviedo. "Dice que fastidiamos a los libreros, cuando llevamos cinco días de huelga. Él es el responsable de lo que está sucediendo", se quejó Alonso.