Una pareja fue detenida el pasado fin de semana por tráfico de drogas en un bar del Casco Antiguo. La mercancía la llevaba escondida la chica en sus genitales, pero el novio, todo un caballero, aseguró que la droga (100 gramos de hachís) era suya y que se la había dado a ella para que la guardase. Los dos acabaron en Comisaría.

Según explicó ayer la Jefatura Superior de Policía, dos agentes no uniformados acudieron al local después de recibir una llamada informado de que alguien había robado un móvil. El presunto ladrón se escondió en el baño y los agentes retuvieron a su pareja. Fue cacheada y descubrieron que ocultaba entre los muslos el hachís. Los policías escucharon sonar la cadena en el servicio donde se ocultaba el joven, y después encontraron la batería y la tapa del teléfono móvil en el suelo. Al informarle de que su pareja había sido detenida por un delito de tráfico de estupefacientes, indicó que la tableta de hachís era suya y que se la había dado a ella para que se la guardara. Fueron detenidos por un delito de tráfico de estupefacientes y él además se le imputó un delito de hurto.