La patronal de la construcción y los sindicatos exigieron ayer al Ayuntamiento de Oviedo que cambie los sistemas de licitación para la adjudicación de obra pública con el objetivo de favorecer en la medida de lo posible a las empresas asturianas del sector, fuertemente castigadas por la crisis del ladrillo.

Así se lo transmitieron ayer al alcalde, Agustín Iglesias Caunedo, Serafín Abilio, presidente de la Confederación Asturiana de la Construcción (CAC), y Eduardo Donaire, secretario general de la federación del Metal, Construcción y Afines (MCA-UGT). La petición fue recogida por Iglesias Caunedo, al que le resultaron "llamativos" algunos de los datos aportados por sus dos interlocutores. Aunque el regidor matizó que "los políticos no decidimos el modelo de contratación, son los funcionarios".

El problema, según la versión de la patronal del ladrillo y el sindicato, se centra en que más del 60 por ciento de las adjudicaciones acaban en manos de empresas de fuera de Asturias debido a que el método utilizado es el de subasta antes que el de concurso. Es decir, el proyecto se entrega a la oferta más barata sin tener en cuenta otros factores. Esto, según Serafín Abilio, produce una cadena de problemas. Por un lado, las adjudicatarias "abusan de la subcontratación". Por otro, se dejan de lado aspectos tan importantes como "la seguridad en el trabajo". Y todo ello dentro de una política de grandes bajas a la hora de presentar las ofertas "que rozan la temeridad", con rebajas de más del cincuenta por ciento sobre el precio de licitación inicial.

A ello, según Abilio, se une que el coste de la mano de obra que soportan las mercantiles asturianas del sector es mayor que el reto del país debido a que "tenemos profesionales de primera división" que se han formado en la Fundación Laboral de la Construcción, que es financiada por las empresas.

Unido a las bajas que rozan la temeridad, se produce otro problema, según Abilio, que pasa porque "el ochenta y cinco por ciento de las obras que ya han sido adjudicadas están sin empezar". En este punto cargó de manera especial contra el Principado en la figura de la consejera de Fomento, Belén Fernández, ya que este problema no afecta sólo a Oviedo, si no a todas las administraciones asturianas. "La Consejera, sabrá mucho de sus labores (como responsable pública), pero de esto no tiene ni puñetera idea", sentenció.

Y es que Abilio descubrió que si las "obras están paradas" se debe a que las empresas están negociando con la administración regional "cambios" en los contratos para mejorar su margen de beneficios. "Le están tomando el pelo", espetó en referencia a la Consejera. El presidente de los constructores anunció que "esto va a traer cola porque las obras no se van a acabar en el plazo previsto". Mientras, Donaire exigió que no se "demonice al sector" porque la construcción no es "Florentino Pérez o la Koplowitz, son miles de trabajadores".