Cuando la candasina María Teresa Álvarez evoca Oviedo piensa en ella como en una ciudad misteriosa, en la que se conjuga lo tradicional y lo moderno. La escritora pregonó ayer la fiesta de mayor raigambre de la capital asturiana, la de la Balesquida y el Martes de Campo, y en su discurso, repleto de recuerdos personales, la describió como "una ciudad impregnada de secretos de siglos, lo que le proporciona una fuerte personalidad". Lo demostró siguiendo su rastro en la literatura, en Clarín y en Pérez de Ayala, y acabó constatando que "Oviedo y Madrid son las dos ciudades más amadas por la literatura". Con sus palabras comenzaron las celebraciones de la Balesquida. Hoy mismo, a las siete y media de la tarde, la Virgen de la Esperanza saldrá en procesión hacia la iglesia de San Tirso El Real, donde permanecerá hasta el sábado, cuando retornará a su capilla una vez acabado el triduo.

María Teresa Álvarez contó, desde el escenario del teatro Filarmónica, que la invitación a pregonar las fiestas de la Balesquida le había llegado de su amigo Alberto Polledo, que forma parte de la directiva de la Sociedad Protectora. Él la animó a dedicar su discurso a la ciudad, a la visión que de ella tiene y las impresiones que le produce. Haciendo caso a la sugerencia la periodista habló de su llegada a Oviedo, una tarde de verano para asistir a una entrevista de trabajo y al tiempo que pasó esperando a la sombra de los árboles del Campo San Francisco. Habló de "una ciudad moderna que no olvida su pasado" y "que a determinadas horas del día se transmuta", convertida en la Vetusta, Lancia o Pilares de la literatura.

José Antonio Alonso, el presidente de la Sociedad Protectora de la Balesquida, dio la bienvenida a los asistentes al pregón. Abrió el acto y dio paso a la tesorera de la Sociedad, Mari Luz Villafruela, que presentó a la protagonista de la tarde como "candasina de nacimiento y ovetense de adopción", destacando de ella su labor divulgadora. Tras la lectura del pregón José Antonio Alonso hizo entrega a María Teresa Álvarez de una reproducción en plata de la capilla de la Balesquida. El acto concluyó con un concierto del grupo de música tradicional cubana "Vuelta abajo".

Mañana, la Sociedad Protectora de la Balesquida convertirá en su primer socio de honor a la profesora de las Teresianas María Dolores Fernández Vega, ya jubilada. También está prevista en este acto la intervención de la concejala de Festejos y Servicios Sociales Belén Fernández Acevedo, que es antigua alumna de las Teresianas y que ayer asistió al pregón sentada entre el público. El homenaje también tendrá final musical, en esa ocasión con el Coro Santiaguín y el Cuarteto Torner.

La Cofradía de la Balesquida se hará cargo de las conmemoraciones religiosas que empiezan hoy con la procesión de Nuestra Señora de la Esperanza. Mañana y pasado se rezará el triduo en honor a la Virgen; a las seis y media comenzará el rosario y a las siete la misa. El sábado, a las siete y media, se rezará el responso ante el sepulcro de la benefactora de la Cofradía, Velasquita Giráldez, y la imagen de la Virgen retornará a su emplazamiento habitual.