Han estrechado manos, unas más amigas que otras. Han repartido folletos, besos y abrazos. Hubo quien recorrió la ciudad en una furgoneta hippie por calles recién asfaltadas mientras otros querían levantar las alfombras. Algunos cambiaron de líder por sorpresa, todos sonrieron, y la mayoría se hizo fotos con Mafalda, con los trabajadores despedidos de Trubia, con los del Reconquista y también los de las subcontratas de Telefónica en huelga. Por Oviedo se asomó esta campaña la sombra de Calatrava, que ya llega hasta los juzgados, donde se investiga, sin prisa, pero sin pausa. Los políticos pueden prometer y prometen, aunque en la calle, cada vez más, les dicen que no se lo creen.

La campaña que llegó a su fin ayer, en el día de Santa Rita, ha destacado, sobre todo, por la cantidad. Se presentan a las elecciones más partidos que nunca. Y las encuestas les brindan concejales a muchos. Está el PP de Caunedo, con una lista renovada que pretende huir del gabinismo; el PSOE de Wenceslao López, el veterano profesor que regresa a la primera línea para que Oviedo cambie de ciclo; IU, con Roberto Sánchez Ramos "Rivi", que siempre está ahí, ya sea para presidir la comisión de investigación del lío de Calatrava, o para sustentar los presupuestos a Caunedo y barrer para casa; a Foro, que se dejó el equipo titular por el camino (perdió incluso al candidato Caicoya a pocos días de la campaña) y continuó el partido con los suplentes, como Carolina Morilla. Recompusieron la lista y por detrás, cerrando simbólicamente reciben el apoyo del médico Adolfo Barthe Aza y su esposa, Mercedes García de Castro; está Somos Oviedo, la candidatura de unidad ciudadana que lidera la abogada de La Madreña, Ana Taboada, que se dio un baño de masas con Pablo Iglesias en La Corredoria y se peleó con los ecologistas de Equo, que ahora van por libre; UPyD, con Ana Sánchez, fiel a Rosa Díez; y los Ciudadanos de Luis Pacho, el hombre de Rivera en la capital del Principado, que dice que no se esconde, aunque se le ve poco.

Todos se fueron ayer de fiesta para sentir el abrazo de los suyos y de paso, tratar de arañar algún voto. A por los indecisos se lanzó Iglesias Caunedo en un restaurante de Abuli. "Los expertos dicen que hay un alto porcentaje de personas que todavía no tienen decidido a quién votar. Y yo creo que en esta campaña hemos dado razones para que elijan nuestro proyecto", aseguró el líder del PP. Wenceslao López saltó al ruedo del Corredoria Arena para sumarse a la fiesta socialista. Dijo que el cambio "no puede esperar más", que Oviedo "necesita una gestión honesta y eficaz que destierre 24 años de mal gobierno" y que "solo el PSOE puede garantizar un cambio seguro". A Sánchez Ramos también le apoyó el candidato regional, Gaspar Llamazares, que llegó a Trascorrales con uno de los de Syriza. "Oviedo se juega el domingo el ascenso, en las urnas y en el Tartiere. Soldaré un pacto de izquierdas y de fuerzas progresistas para los próximos cuatro años", anunció.

Carolina Morilla dijo que Foro representa el voto "del sentido común, de la bajada de impuestos y del fin del despilfarro". Ana Taboada, en El Fontán, criticó a los que recurren al discurso del miedo y hablan de tripartitos del caos. "Lo hacen porque saben que han perdido", aseguró. Y Luis Pacho, desde Twitter, pidió el voto para Ciudadanos "porque no hay nada más poderoso que una idea a la que le ha llegado su momento".