"Se repartió todo y se fastidió, cómo nos fastidiaron...", le dijo una militante a Agustín Iglesias Caunedo. Esa queja (y otras más fuertes, sobre todo por el resultado de la lista de Somos) fueron las más habituales. Aguantando el tipo toda la tarde y recibiendo las actas de los apoderados estuvo la concejala Covadonga Díaz, que trataba de infundir ánimos a los suyos, pero en más de una ocasión le fallaron las fuerzas y rompió a llorar. Era de rabia. Los peores momentos en la sede del Partido Popular se vivieron cuando el escrutinio se atascó durante casi media hora, otorgando a los populares un edil menos, 10. "La gente vota a unos que pintan las paredes con sprays... Pues nos vamos todos para Cuba y a vivir", se oyó en la sala. Después, cuando los datos se actualizaron y subieron un concejal, los gestos se relajaron un poco. Pero seguían sin salir las cuentas.

Conforme avanzaba el escrutinio fueron llegando los miembros de la candidatura y algún "despistado", como el antes edil de Foro y después concejal no adscrito José Donate. Pero era una noche difícil para todos en ese hotel, donde había otra noticia que no mitigaba el drama. Agustín Iglesias Caunedo, todavía Alcalde, se casará el 11 de julio en la Catedral con su pareja, Gema Lana, que trataba de recomponerse del disgusto electoral (ella también lloró ayer mientras la abrazaban). Será un acto discreto con celebración posterior en un establecimiento de la calle de la Rúa y que no llegará a 200 invitados. Posiblemente ya no sea la boda del Alcalde, sino la de un concejal de la oposición.