Soy consciente de que no es el mejor momento para publicar este artículo, en este momento nuestros políticos están ocupados jugando al subastado, pero espero al menos actuar de vocero de algo importante.

El gran ovetense y mejor pintor Paulino Vicente nos dejó grandes obras, muchas de ellas expuestas en el Museo de Asturias, pero Paulino también pintó grandes murales, entre ellos destaca la "Última cena", sito en la capilla del nuevo HUCA.

Parece que decir HUCA es decir problema. No sé a quién pertenece la capilla, lo que sí sé es que se está cayendo por abandono, y con ella el mural de la "Última cena" de Paulino Vicente, que servía de retablo. Cuentan que para realizarlo se inspiró en las caras de algunos ingresados en el antiguo psiquiátrico.

Me han dicho que el Arzobispado se comprometía a rehabilitarlo con unos 300.000 euros, pero que el Principado, una vez estudiado el tema, dijo que sí, pero con la condición de no realizar bodas ni celebraciones. No sé si esto es verdad. Lo dudo. ¿Por qué el Principado iba a negar el uso de la capilla? No sé a quién pertenece la titularidad de la capilla ni la propiedad del terreno o si está alquilado su uso, lo único que me importa es que mientras se resuelve este galimatías el gran mural de Paulino Vicente se está deteriorando.

Existen asociaciones, entre ellas la Asociación Paulino Vicente, que tratan de hacerse oír para salvar la obra. Sirvan estas palabras para apoyar tan digna rabia documental.

Desde este artículo ruego a las partes para que se avengan a buscar una solución, que ceda una de las partes o las dos, pero por favor no dejen que una obra digna de estar en el mejor museo se caiga o deteriore. No dejen que ocurra como con nuestros antiguos regidores, que por desidia y falta de conocimiento dejaron deteriorarse, hasta ceder, los restos de la antigua iglesia de San Isidoro, en la plaza del nuevo Paraguas de Oviedo.