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Las siete diferencias de la izquierda

Las medidas fiscales, la política sobre vivienda y las malas relaciones personales entre los candidatos pueden evitar el pacto de Somos, PSOE e IU

La cuenta atrás para que se despeje la incógnita de quién será el próximo alcalde de Oviedo ya está en marcha. Con la toma de posesión fijada para el próximo sábado día 13, y una semana después de las elecciones que han cambiado la aritmética en el Consistorio ovetense, aún no está claro si el PP seguirá en el poder gracias a su mayoría simple (11 concejales) o si la izquierda formará un frente común para desalojar a la derecha del Ayuntamiento tras veinticuatro años en el poder. Los tímidos contactos que Somos (6 concejales), PSOE (5) e IU (3) han iniciado en los últimos días -mañana los podemitas y la coalición se verán las caras por primera vez- han servido para que unos reconozcan que les "suena la música", pero también para abrir la caja del juego de las diferencias. Y es que, a pesar de que los progresistas coinciden en mucho de lo que quieren hacer si alcanzan el poder, las primeras conversaciones han puesto de relieve que el pacto no será fácil.

Los programas, no tan calcados. Lejos de lo que podría parecer, el ideario que los tres partidos han plasmado en sus programas electorales presenta importantes diferencias. Una de ellas pasa por la intención de Somos de reducir los sueldos de la Corporación y las subvenciones que los grupos reciben para pagar informes, acciones políticas y asesores. Otro punto de fricción se centra en la fiscalidad. Somos e IU pasan de puntillas sobre este tema, mientras que el PSOE aboga por reducir impuestos, en especial el IBI, el que más repercute en las arcas locales. Los socialistas también abogan por crear oficinas y nuevas empresas públicas, lo que significaría tener que ampliar o, por lo menos, redistribuir el trabajo de los funcionarios municipales. Algo en lo que Somos e IU no entran a fondo. En las fórmulas para incentivar cuestiones como que exista un parque de vivienda accesible a todos los vecinos, también hay discrepancias. El PSOE apuesta por medidas más apegadas la mercado y a la rehabilitación. Somos va más allá y quiere limitar la construcción de nuevos pisos mientras no se reduzca el stock de viviendas vacías.

Cuando en política también cuenta el "buen rollo". "No habrá problemas, lo primero son los proyectos". Esta es letanía que se repite una y otra vez desde Somos e IU. De fondo, las malas relaciones personales que existen entre el número uno de la coalición, Roberto Sánchez Ramos, "Rivi", y miembros de la candidatura de Somos. Varios podemitas que estuvieron junto a Sánchez Ramos en ASCIZ todavía no han olvidado cómo éste abandonó, ya siendo su candidato, la formación poco antes de las elecciones de 2011 para retornar a IU. Este es uno de los motivos por los que la dirección local de IU tiene previsto que Sánchez Ramos no participe en el grueso de las negociaciones con Somos y así evitar que cualquier chispa reavive un fuego que aún no se ha sofocado del todo a pesar del tiempo transcurrido.

La experiencia. "Están verdes". Ésta es otra de las pegas que los dos partidos tradicionales de la izquierda ovetense en el Ayuntamiento -PSOE e IU- ponen a la hora de verse dando su apoyo para que Ana Taboada, cabeza de lista de Somos, alcance la Alcaldía. Y es que hay ciertos recelos sobre cómo los podemitas van a llevar de la teoría a la práctica algunas de sus ideas o cómo van a afrontar las relaciones del municipio con sectores de la sociedad ovetense como el empresarial, el bancario o, incluso, con la Fundación Princesa de Asturias. Cualquier resbalón en estas cuestiones puede salpicar a PSOE e IU.

¿Pragmatismo o inmovilismo?. Toda negociación, y más si es a tres bandas como en este caso, requiere de tener capacidad para ceder. El vehemente discurso de Somos, que necesita demostrar que sus promesas electorales van a pasar del atril a los hechos para evitar que ser tachados definitivamente de populistas, puede ser un obstáculo. La intención de Somos es la tomar una serie de medidas de forma inmediata si alcanzan el poder. Fundamentalmente sería la reducción de sueldos y la puesta en marcha de una auditoría de la deuda municipal. "Los concejales deben tener un sueldo digno", advierten desde la izquierda tradicional.

Las estrategias y el cambio de cromos. Desde Somos se insiste en que las candidaturas locales de Podemos son independientes unas de otras, por lo que no quieren oír hablar de apoyos en bloque en los ayuntamientos en los que sucede algo similar al de Oviedo. En cambio, el PSOE no parece muy dispuesto a apoyar a Taboada si los podemitas gijoneses no votan a favor de la investidura como alcalde del socialista José María Pérez. Al mismo tiempo, las estrategias de pactos de cara a las generales también influirán a la hora de que unos y otros den pasos en determinada dirección.

La casta. El discurso contra la casta política impulsado por los podemitas choca con lo que tendría que hacer ahora en Oviedo Somos: compartir el poder con dos partidos de la vieja política y además liderados por dos "viejos rockeros" de lo público, Wenceslao López y Roberto Sánchez Ramos, "Rivi".

Participación ciudadana sí, pero sin pasarse. Si en algo coinciden Somos, PSOE e IU es en sus discursos sobre la transparencia y la necesidad de impulsar la participación ciudadana en los grandes asuntos municipales. Pero la intención de los podemitas de llevar al extremo la democracia, con votaciones por internet o en urnas de numerosos temas, o su intención de someter un posible pacto a la decisión de la calle, no es compartida por toda la izquierda.

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