Con simpatía y desenvoltura notables, Jesús Alberto Gil. soriano, invidente desde los 21 años, licenciado en Geografía e Historia y técnico de bibliotecas en la ONCE, presentó ayer en el Club Prensa Asturiana de la NUEVA ESPAÑA el libro "Mis pequeñas odiseas, viajando con los ojos de otros", o demostración de que "viajar es oler, es tocar, es paladear, es escuchar, es sentir, es imaginarse la historia", Pero, ¿por qué "pequeñas" odiseas? "Mi gran odisea es salir con un bastón blanco cada mañana para ir al trabajo, a encontrarme con los amigos, a la compra o al banco", explicó el autor, que agregó: "El resto son pequeñas odiseas que en el libro le cuento a mi abuelo Benito, ya que mi pasión viajera viene de mis abuelos, que eran arrieros". No obstante, acerca de la "gran odisea" diaria del bastón blanco, Jesús Alberto Gil admitió que "se va convirtiendo en mediana odisea, porque la accesibilidad para los ciegos progresa adecuadamente, pero sigue pendiente".

Y como preámbulo de la presentación de su libro sobre rutas turísticas para invidentes, Gil dio lectura en lenguaje Braille a un poema de los que habitualmente compone -al igual que hace con los cuentos-, titulado "Diez razones por las que tener un amigo ciego". Entre esas razones enunció: "Siempre te verá igual de bien o de mal; como ya lo es, nunca se pondrá ciego de alcoholes; en la cama, con la luz apagada, siempre dará en la diana; si ciego es el amor, tu amigo será su portador; si museos y palacios quieres visitar, nunca filas tendrás que esperar". Pero, sobre todas las cosas, "al miedo en sus ojos nunca verás". En el acto de presentación también intervinieron José Ramón Vázquez (coordinador de voluntarios del BBVA); Belén Fernández Acevedo, concejala de Servicios Sociales; Carmen Martínez Redondo, jefa del departamento de Servicios Sociales de la ONCE Asturias, y María José Iglesias, directora del Club Prensa Asturiana.