El doctor Jaime Álvarez-Buylla Menéndez recibió ayer en Oviedo el premio "Paul Harris" reivindicando su dedicación al Centro de Rehabilitación integrado hasta 2014 en el viejo Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). "A lo largo de los años logramos una institución modélica a nivel nacional", subrayó el homenajeado, quien manifestó su "esperanza, quizá ingenua" de que "algún día un historiador de la medicina dé testimonio serio y certero, ajeno a toda propaganda, de lo que el Centro de Rehabilitación llegó a ser tanto a nivel científico como humano".

El galardón recibido por el médico y humanista es otorgado por el Rotary Club de Oviedo, que con esta distinción ha querido reconocer "toda una vida dedicada a la medicina y a la cultura". Una vida dedicada a Oviedo, ciudad en la que Jaime Álvarez-Buylla nació el 22 de julio de 1931 y a la que ha dedicado sus mejores esfuerzos, tanto en el ámbito sanitario como en el de las artes, con particular atención a la música (preside la Sociedad Filarmónica).

Cerca de un centenar de personas se dieron cita en el salón Covadonga del Hotel de la Reconquista para arropar al homenajeado. No faltaron varios miembros de su numerosa familia ni algunos de los homenajeados con el Paul Harris en ediciones anteriores. Después de que Juan Pérez Zaldívar, presidente de los rotarios ovetenses, entregara a Álvarez-Buylla los correspondientes diploma y medalla, su esposa, Margarita Álvarez Santullano, recibió un vistoso ramo de flores.

La cena-homenaje comenzó con una "invocación rotaria" dirigida "al Dios que cada uno tiene en su corazón". El secretario de la organización dio lectura al acta de entrega del premio, y el presidente del Rotary Club de Oviedo dio una explicación de la historia y objetivos de una institución con "más de un siglo de antigüedad" y que desde hace 88 años está presente en la capital del Principado, donde desapareció durante un periodo y fue refundada en 1991. "El Rotary Club sigue siendo un desconocido", indicó Pérez Zaldívar, quien definió a esta entidad -con más de 1,2 millones de miembros en todo el mundo- como "un movimiento global solidario" que, entre otros valores, fomenta la paz, la amistad y la ética.

De glosar la figura de Jaime Álvarez-Buylla Menéndez se encargó su amigo el psiquiatra José Luis Mediavilla. También incidió en la labor desarrollada por el homenajeado en el Centro de Rehabilitación. "Fue pionero en España. Comenzó con 96 camas en 1972, y llegó a 249, dotado de gimnasio quineoterápico, balneoterapia, terapia ocupacional, electroterapia, servicio de prótesis, rehabilitación pulmonar y cardiovascular...". Mediavilla resumió la faceta humana de Álvarez-Buylla con una expresión reservarda solo para los grandes, al elogiar "su preocupación casi monástica por ayudar en las necesidades del prójimo".

El capítulo de discursos fue clasurado por el premiado, quien citó los "pilares" que han sustentado sus casi 84 años de vida: "Mi familia (no sólo los más cercanos, sino también mi tierra y sus gentes); la medicina, a la que he dedicado mi trabajo; y las artes, especialmente la música, que me ha acompañado abriéndome insondables horizontes de bienestar".