El trasplante de riñón con donante vivo se revela como un procedimiento particularmente útil para los enfermos jóvenes que están en diálisis. Y es que para este colectivo no resulta fácil hallar un órgano de cadáver que se adecue a sus circunstancias (entre otras razones porque, afortunadamente, ha ido cayendo la cifra de muertos jóvenes susceptibles de donar órganos).

"A un chico o una chica de 30 años no es conveniente implantarle un riñón de un donante de 70", señala Miguel Hevia, responsable del equipo quirúrgico de trasplante renal en el HUCA.