1. Un siete y medio.

2. No han sido tanto derivadas de las instalaciones, que son magníficas en general, como de la adaptación a nuevos procesos, métodos y circunstancias que tal vez hubieran exigido un periodo, también de formación, más largo. Conscientes eso sí, de que en un cambio de estas características algunas disfuncionalidades iniciales son en la práctica casi inevitables.

3. La sanidad asturiana dispone ahora de un centro hospitalario de primer nivel en el que, además de su función clínica y quirúrgica, será posible desarrollar una potente labor investigadora y servir de catalizador para iniciativas relacionadas con la industria biomédica.

4. Sin duda en espacio, equipamientos y en procesos que, una vez que se encuentren plenamente integrados, e interiorizados por todos, facilitarán nuestro trabajo y se traducirá en ventajas para los pacientes. Las perdidas las limitaría a ese periodo de adaptación que tal vez, como decía antes, pudo hacerse mejor por parte de todos

5. Yo percibo una alta satisfacción en general, más allá de las lógicas confusiones que implica un cambio de rutina en las personas de más edad.

6. Se me escapa un planteamiento tan global. Creo que será muy importante el funcionamiento de la Fundación para la Investigación Biosanitaria de Asturias (FINBA) para que el hospital tenga las tres patas fundamentales: clínica, docencia e investigación. Por otro lado, en mi calidad de jefe de servicio, incidiría en tres factores: formación, formación y formación.