El medallón de Franco en la plaza de España de Oviedo ya es historia treinta ocho años después de su colocación, costeado entonces por suscripción popular. Operarios de una empresa contratada por el Ayuntamiento lo retiraron ayer por la mañana, cuando dejó de ser parte de la decoración del monolito que sostiene el "Monumento a la Paz". La ciudad cumple así con la ley de Memoria Histórica y también con un reciente mandato judicial después de que Ricardo Fernández -número 3 del PSOE en las últimas elecciones y concejal electo- pusiera en marcha un contencioso reclamando la retirada del medallón. El juzgado apercibió al Ayuntamiento de una inminente multa si la efigie del caudillo no era retirada de inmediato, como finalmente sucedió ayer por la mañana. Los responsables municipales elevaron consultas a la consejería de Cultura, que dio el visto bueno a la retirada al no apreciar valor histórico alguno que mereciera su conservación.

La operación no resultó sencilla. El medallón estaba fuertemente adosado a la piedra. Falló la palanaca al inicio y finalmente utilizaron una radial para cercenar los anclajes. La pieza circular, obra del escultor Juan de Ávalos, fue montada en un camión y trasladada a la nave municipal del polígono de Olloniego.

El capítulo de ayer cumple también una de las recomendaciones del comité de notables de la ciudad que formó el exalcalde Gabino de Lorenzo para orientar al consistorio en la aplicación de la ley de Memoria Histórica. La comisión, creada el 20 de noviembre de 2007, decidió en sus conclusiones, presentadas en marzo del año siguiente, que debía cambiarse el nombre de catorce calles y retirar tres símbolos de carácter preconstitucional: la estatua del coronel Teijeiro, el monolito de la plaza de la Gesta y el medallón con la cara de Franco de la plaza de España.

De esas vías, el Ayuntamiento actuó sobre tres. Cambió al Capitán Almeida por Fernando Alonso; a la División Azul por el Real Oviedo; y al Teniente Coronel Teijeiro por el ciclista Samuel Sánchez. El deporte en lugar de las reminiscencias del caudillo.

También retiraron la estatua de Teijeiro de la plaza de la Liberación, aprovechando la construcción allí de una turboglorieta, aunque lo hicieron con el pretexto de que necesitaba varias reparaciones.