Los organizadores del curso de gestión cultural que desde hace nueve años organiza el Círculo de Bellas Artes de Madrid en colaboración con la Universidad Carlos III tuvieron noticia del proceso de participación abierto desde el Ayuntamiento de Oviedo en torno a la Fábrica de Gas, una infraestructura a recuperar con usos culturales. Se interesaron por ello y acabaron convirtiéndolo en materia de estudio. Ayer Chus Neira, asesor municipal y responsable del proyecto, impartió la primera clase del curso, que tituló "Tensiones, equilibrios y utopía de la participación en los proyectos culturales municipales: el caso de la fábrica de gas de Oviedo".

Unos cuarenta alumnos -estudiantes, artistas y gestores culturales, entre otros- siguieron sus explicaciones sobre la singularidad de un proyecto como el desarrollado en Oviedo. Dejó constancia de las dificultades para conciliar los intereses y procedimientos de las administraciones con la forma de hacer de las organizaciones del ámbito de la autogestión. "La Administración debe actuar más como negociador que como director y debe estar preparada para rectificar. La apariencia de participación sin participación real es la peor estrategia para un proyecto de este tipo", afirmó, apoyándose en su experiencia. En su opinión, falsear ese proceso "es la mejor manera de dinamitarlo".

A lo largo de los meses en los que el Ayuntamiento dejó abierta la puerta a la presentación de propuestas para el aprovechamiento de la fábrica del Postigo fueron recogidas unas doscientas iniciativas. Neira indicó que las hay vagas, más o menos concretas, de colaboración y opinativas. Él es de la opinión de que "cuanto más se abran y se debatan los proyectos más los estaremos reforzando, porque más gente sentirá que ha participado en ellos". "Es largo", admitió, pero considera que es "el mejor modo de hacerlo". "Por muy buenas que sean nuestras ideas, tenemos la obligación de explicarlas hasta el final y debemos estar preparados para cambiarlas y rectificarlas", añadió.

En el transcurso de la clase de ayer, Neira tuvo la ocasión de explicar el concepto de "hacker inside", que ha tomado de Raúl Oliván, director de Zaragoza Activa, una plataforma desde la que el Ayuntamiento de aquella ciudad impulsa proyectos culturales, colaborativos, emprendedores y creativos. Esa expresión, explicó, se refiere al dinamizador cultural que trabaja dentro de una gran institución abriéndola a los ciudadanos y "hackeándola".