El deán de la Catedral, Benito Gallego, criticó ayer la posibilidad que bajara el nuevo gobierno municipal de trasladar la hoguera de San Juan a la plaza de la Catedral, como planteó hace días Izquierda Unida (IU). Gallego tildó de "barbaridad" la opción y advirtió de que el humo, las chispas y los voladores de la hoguera "dañan de forma clarísima a la estructura de la Catedral" y puede tener "consecuencias muy graves" sobre el templo.
El nuevo alcalde, Wenceslao López (PSOE), que empezó a trabajar el lunes tras ser investido el sábado, todavía no ha tomado una decisión acerca de la noche de San Juan, que se celebrará dentro de cuatro días en la ciudad. "Bastante tiene con atender a otras cosas", explican fuentes de su entorno. De momento, se sabe que la única hoguera que tiene confirmación es la que tendrá lugar en La Corredoria. La idea que estudia el municipio es hacer una fogata para niños en El Campillín, aprovechando la idea que tenía el gobierno saliente de acercar la fiesta al centro, pero a la vez mantener una hoguera mayor para adultos en la plaza de la Catedral, que sería la que hasta ahora se desarrollaba en el Parque de Invierno. De esta forma, la ciudad tendría tres hogueras la noche del próximo martes: la de la plaza de la Catedral, la de La Corredoria y la del Campillín para niños.
Benito Gallego insiste en que hacerla junto al complejo catedralicio es "impropio" porque "no ayuda en absoluto a proteger el patrimonio". El deán de la Catedral subraya que " no puede ser" que "haya unos informes de arquitectos y restauradores que advierten de la peligrosidad" y que ahora "se plantee traerla de nuevo". "El humo, las chispas y los voladores perjudican claramente", dice, y rememora que una de las últimas veces que se hizo allí "se derritió una de las ventanas próximas a la iglesia de San Tirso". "Esto es como lo que ocurre en San Mateo", continúa, "que ya ha habido desprendimientos en el templo por la potencia de la música".
Su oposición a que la hoguera vuelva a la Catedral, donde se celebró durante años en Oviedo, coincide con la de parte de los vecinos del Antiguo, que abogan por proteger el templo antes que por la fiesta. En ese sentido se manifestó ya el presidente de la Asociación de Vecinos del Antiguo, Juan García, que cree que es una "locura" hacer un fuego "a diez metros de los edificios". Por su parte, hosteleros, comerciantes y una parte de los residentes consideran que el regreso de la hoguera de San Juan al casco histórico contribuye a la "recuperación económica" del barrio y supone la vuelta de una de las tradiciones al centro de la ciudad. "Yo de pequeña iba a quemar los apuntes a la hoguera en la Catedral y nunca pasó nada", asegura Irene García, presidenta de la asociación de comercio "Oviedo Antiguo".
La ubicación de la hoguera es una de las primeras medidas que debe tomar el nuevo alcalde Wenceslao López (PSOE), que estos días negocia la formación de un tripartido con Somos e IU.
