Los ovetenses fueron mejores conductores y más responsables al volante durante el año pasado, en comparación con los datos del ejercicio 2013. Al menos, así se desprende de los datos económicos, porque las infracciones se han dejado notar menos a través de las multas. Y es que la recaudación de multas el año pasado en el municipio se redujo en un millón de euros en relación a los datos del año anterior, cuando se habían batido todos los récords. Las arcas municipales recaudaron en 2014 un total de 2.848.669 euros en multas, mientras que en 2013 la recaudación por infracciones en materia de tráfico fue muy superior, con una caja de 3.709.469 euros.

La Policía Local defiende que la instalación de diferentes dispositivos tecnológicos para controlar la velocidad (en este caso los radares móviles y fijos) propició que los conductores prefieriesen pisar el freno antes de pagar una multa.

Otro de los aspectos que a todas luces ha influido en la reducción de la recaudación por multas en 2014 respecto al año anterior es el cambio de política en el funcionamiento de la grúa de Oviedo. Desde hace ya un año este servicio trabaja a demanda de los agentes de la Policía Local, de manera que -salvo situaciones puntuales- el servicio de arrastre solo lleva al depósito vehículos que comenten una infracción grave (aparcar en doble fila, en un vado o en la parada del autobús, por ejemplo), previa denuncia de un agente. Este nuevo funcionamiento de la grúa "a demanda" fue un empeño personal del anterior alcalde de Oviedo, Agustín Iglesias Caunedo (PP), después de que trascendiesen varios casos controvertidos, como el arrastre de dos vehículos mal aparcados con niños en su interior.