El reparto de los sueldos, los asesores y las subvenciones que deben recibir los grupos municipales se ha convertido en el primer gran punto de fricción entre el tripartito de izquierdas que gobierna la ciudad (Somos, PSOE e IU). Las reuniones para concretar cómo se gestionarán los 2,02 millones anuales que en el último mandato costó financiar los sueldos de los concejales, los de los asesores y las subvenciones a los grupos políticos, no acaban de fructificar casi quince días después de que la izquierda se hiciera con el poder en Oviedo.

Somos apuesta por un recorte del 30 por ciento del coste total de la Corporación y los socialistas apoyan esta medida, pero con matices. Por su parte, IU se mantiene firme en su posición: la austeridad debe centrarse en todas las áreas del Ayuntamiento y no solo en el dinero para los grupos. En el debate también participa la oposición, representada por PP y Ciudadanos. Los populares no quieren perder lo que tenían y los de Albert Rivera toman nota pero se mantienen en un discreto segundo plano.

La última reunión de la junta de portavoces en la que se abordó este asunto se produjo ayer con el mismo resultado de las anteriores: no hay acuerdo. Ante esta situación Somos cargó por la tarde a través de un duro comunicado. En él lanzó cargas de profundidad contra casi todos. Por un lado, se hizo eco, aunque sin citarlo, de las declaraciones que el alcalde, Wenceslao López (PSOE), realizó anteayer poniendo en duda el tope salarial de 1.950 euros líquidos mensuales que la marca local de Podemos quiere establecer para los ediles ovetenses. "Si tienes un trabajo digno no puedes dedicarte a la política por 1.900 euros", arguyó López. Ante esta afirmación, la líder de Somos y teniente de alcalde, Ana Taboada, replicó que "un sueldo de 1.950 euros es más que digno y quien afirme lo contrario vive fuera de la realidad de un país en el que el salario mínimo son 630 euros". Y añadió: "Nadie está diciendo que tengamos que dormir debajo de un puente".

Desde Somos también cargaron contra la posición IU, que consideran muy cercana a la del PP. Según Somos, la postura de los populares supondría elevar en un millón de euros la partida para sueldos y subvenciones. Rubén Rosón, edil de Economía, reconoció sentirse "sorprendido" por la actitud de la coalición, aunque añadió que "confiamos en que una fuerza con sensibilidad social no dé su apoyo a una iniciativa que está fuera de la realidad". IU quiere mantener el nivel de los sueldos de 2011. Los populares también siguen esta vía, a la que se añade su intención de mantener los cuatro asesores que tenían cuando estaban en el gobierno. La decisión final se votará en un pleno que debe celebrarse antes de mediados del mes de julio.