"Está claro que la competencia nos tiene ganas porque es el segundo vehículo que nos aparece quemado en cinco meses". El administrador de una clínica privada ubicada en la calle Matemático Pedrayes demostró ayer así su rabia e impotencia horas después de que los Bomberos de Oviedo sofocasen el incendio de una de las dos ambulancias de su empresa, especializada en atención médica y de enfermería y en el traslado de pacientes. La brigada científica de la Policía Nacional investiga el origen del fuego, pero ya le comunicó a los propietarios del vehículo que había sido intencionado porque encontraron un martillo rompecristales en los asientos delanteros.

La ambulancia estaba estacionada en la calle Cervantes, y, según el servicio de Bomberos, el incendio comenzó en torno a las 3.15 de la mañana del sábado, un poco antes de que recibiese la llamada de alerta. Una brigada compuesta por tres agentes de extinción de incendios, un inspector y un conductor sofocaron el fuego tras cuarenta minutos de trabajo en los que no fue posible evitar que las llamas, que se iniciaron en el motor, consumieran la mayor parte del vehículo, que quedó inservible en la calle y precintado por la cinta de balizamiento de la Policía a la espera de ser retirado. De hecho, al cierre de esta edición, los restos seguían allí.

La clínica privada abrió sus puertas en marzo de este año, aunque el primer incendio de una de sus ambulancias fue en enero. Según el administrador de la empresa, la explicación es sencilla: "A principios de año empezamos a hacer los trámites de papeleo para poner en marcha el negocio y adquirimos las ambulancias, o sea que éramos conocidos en el sector". Entonces, el vehículo estaba estacionado en Matemático Pedrayes y el incendio fue más temprano, a eso de las 21 horas. La Policía Nacional aún investiga aquel suceso, en el que hallaron menos pistas que en el ocurrido la madrugada del viernes al sábado.

La clínica privada ha denunciado ambos incendios y la gerencia, convencida de que ninguno de los dos fuegos fue fortuito, mantiene la esperanza de dar con los autores. "No queremos señalar a nadie, pero nos parece sospechoso que sólo quemen ambulancias de nuestra clínica", matiza el administrador.

El incendio intencionado de vehículos en Oviedo parecía haberse solucionado tras la detención del llamado "quemacoches" en abril. La Policía Nacional lo atrapó en Ciudad Naranco después de que sembrase el pánico en el barrio durante los últimos tres años al prender fuego a una decena de vehículos. El detenido apareció varias veces en la investigación policial como testigo e incluso intentó desviar la atención de los agentes asegurando que había visto huir de la escena de unos de los fuegos a un joven encapuchado y vestido con los colores del Oviedo. También para despistar llegó a incendiar el coche de su propia hija. La detención fue posible gracias a las imágenes de las cámaras de seguridad de un local de alterne en cuyo aparcamiento prendió fuego a un vehículo.