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CRISTINA PONTÓN | Concejala de Izquierda Unida (IU) | Unos que llegan, otros que se van

"El dinero que se da a los partidos no es para farturas sino para ayudar a la gente"

"Abrir los comedores durante el verano estigmatiza a los niños y era un asunto que estaba solucionado el año pasado"

"El dinero que se da a los partidos no es para farturas sino para ayudar a la gente"

"Una película con final feliz". Así define Cristina Pontón (Oviedo, 1973) el pleno de investidura que cambió el gobierno de Oviedo. Con una larga trayectoria sindicalista en Sedes, Pontón es concejal de Izquierda Unida (IU) y nueva portavoz de la coalición.

-Usted nunca se había metido en política. ¿Por qué ahora?

-Llevo años en el sindicalismo y eso, de alguna forma, es política. Me lo propusieron hace tiempo. No me levanté un día y dije: "quiero ser concejal". No. Fue más una progresión natural.

-Y ahora que es concejal, ¿cómo se ve todo desde dentro?

-El volumen de trabajo es enorme. Llegas aquí (al Ayuntamiento) por la mañana y te da la sensación de que la ciudad es una máquina de generar problemas. Y esos problemas hay que solucionarlos, trabajar para la ciudadanía.

-Es la única de su grupo que no tiene una concejalía.

-Fue una decisión de partido que me agradó. Mi trayectoria se ajusta más a ejercer de portavoz que a gestionar una concejalía.

-IU pactó con el PP los presupuestos a final de año. Y seis meses después pacta gobierno con PSOE y Somos. ¿Cómo se le explica eso a la gente?

-No es una cuestión ideológica, es una cuestión de racionalidad. IU consiguió un consenso con el PP porque introdujo medidas muy marcadas. Y el experimento salió bien. En las zonas rurales se consiguieron avances. Muchos niños pudieron comer gracias a eso. Ahora es un asunto de gobierno. Se hizo un acuerdo programático razonable y lo apoyamos. Eso, tal vez, no lo pudiéramos haber hecho con el PP, porque discrepamos, por ejemplo, de sus políticas de privatizaciones. No veo incompatibilidad entre los presupuestos pactados con el PP y el apoyo que le dimos al actual gobierno.

-¿A quién se parecen más: a Somos o al PSOE?

-Cada uno tiene su identidad y no debe perderse porque favorece el espíritu negociador.

-Uno de las propuestas del tripartito es la regeneración democrática. El alcalde, Wenceslao López, tiene 67 años. El líder de su grupo, Rivi, tiene 63.

-De la noche a la mañana no puedes meter un hachazo y deshacerte de todo lo anterior. En IU, por ejemplo, somos dos novatos por un veterano. Se está haciendo de manera progresiva.

-¿Son 1.900 euros un salario digno para un concejal?

-Por supuesto que lo es, pero todo tiene matices. Un concejal que quiera hacer bien su trabajo entra muy pronto por la mañana y se va muy tarde por la noche. También los fines de semana. ¿Son dignos 1.900 euros cuando trabajas una media de 12 horas incluyendo los fines de semana? El asunto de la dignidad está relacionado con el esfuerzo. Somos propone un salario que es 200 euros inferior a lo que ganaba un concejal. La diferencia es muy leve.

-Es el primer gran choque del tripartito.

-No podemos enquistarnos ahí.

-¿Y con las asignaciones a los grupos? Somos pide un recorte del 30%.

-Es excesivo. Las asignaciones a los grupos no se dan para ir de fartura con empresarios sino para ayudar a la gente, que es lo que hace IU.

-¿Qué es lo más urgente que necesita Oviedo?

-Que los niños coman. Un tema que estaba solucionado el año pasado con la distribución de tarjetas a las familias para comida. Nadie inventó la pólvora.

-Este año se cambió el modelo. Se abrieron los comedores y hay quien dice que así se estigmatiza a los niños.

-Por supuesto que estigmatiza a los niños. Pero no voy a valorar el cambio de modelo. No entiendo por qué un tema que estaba solucionado hace un año tuvo que generar tanto revuelo.

-Ordenanza de terrazas.

-Está aprobada y hay que respetarla.

-Nuevos parquímetros.

-Hay que revisar la ordenanza pendiente. No puedes tener a la gente pendiente de retirar el coche a las dos horas de haber aparcado cuando está trabajando.

-¿Qué significó la bandera homosexual colgada del balcón del Ayuntamiento?

-Un símbolo de cambio. Un gran avance para poner de manifiesto que todavía no hay una normalidad respecto al colectivo. Mientras eso no sea así, habrá que colgar la bandera, celebrar el orgullo gay y hacerlo visible en las instituciones.

-Hay quien sostiene que abre un precedente para que otros colectivos puedan pedir que se cuelgue la suya.

-Pues a lo mejor sí. Hay discriminación en otros ámbitos. Por ejemplo: hay mucha gente que no entiende que se celebre el día de la mujer trabajadora.

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