Amigos y familiares de Vanesa de la Riva, la madre de la niña ovetense de siete años a la que una sentencia obliga a irse a vivir a Italia con su padre, se manifestaron ayer para tratar de impedir la ejecución del fallo. Una treintena de personas protagonizaron una marcha silenciosa desde la avenida Las Segadas, en Montecerrao, hasta los Juzgados de Llamaquique para apoyar a la madre, que también caminó por la ciudad portando una pancarta bajo el lema "Justicia para Iria".

Según reza una sentencia del dos de julio del Juzgado número 9 de Primera Instancia de Oviedo: "Se autoriza al padre a trasladar el domicilio de la menor a Italia y la convivencia se iniciará de forma inmediata, sin perjuicio de lo acordado para las vacaciones de verano". Es decir, el fallo otorga la guardia y custodia de la niña al padre, divorciado hace años de la madre de la pequeña. Además, De la Riva asegura que, "si nadie lo impide, la niña se irá de vacaciones mañana con su padre y estará escolarizada en Italia el 12 de septiembre sin hablar italiano, que es un idioma que sólo entiende pero que no usa".

Los manifestantes aseguraron que agotarán todas las vías posibles "para impedir que la ley mande a otro país a una niña que se quiere quedar aquí". Pese a que la sentencia es recurrible, De la Riva ha preferido hacer pública su protesta "para intentar agilizar la revocación del fallo" e impedir que su hija comience el colegio en Italia. "Ha vivido siempre conmigo, se ha criado en Oviedo, tiene a sus amigos del cole y está totalmente integrada. No entiendo en qué le puede beneficiar cambiar radicalmente de entorno", explicó la madre minutos antes de iniciar la marcha.

La sentencia permite a la mujer visitar a la niña un fin de semana al mes avisando al padre con una antelación mínima de quince días. La magistrada tuvo en cuenta un informe del equipo psicosocial que examinó y valoró a ambos progenitores, y que para la madre "es completamente injusto porque pasa de puntillas por las agresiones físicas y psicológicas que recibió mi hija por parte de su padre y de la novia de éste".

Antes de esta sentencia, De la Riva había solicitado que se suspendiera el régimen de visitas acordado con el padre en base a "las bofetadas" que recibía la cría, e incluso llegó a interponer una denuncia ante la Policía Nacional el 10 de septiembre de 2014 porque "su hija le viene contando que su papá le da tortazos en la cara y que su pareja también le da tortazos y le pega en el culo" y porque "la llamaba idiota, boba y estúpida". Aún no se ha celebrado juicio por esta causa, pero De la Riva asegura "que irá a por todas para no perder la custodia y separarme de ella".

La Policía Nacional y la Local cortaron el tráfico y escoltaron a los manifestantes, que recorrieron la distancia entre Montecerrao y los Juzgados de Llamaquique en aproximadamente media hora. Amigos y familiares portaron durante el trayecto pancartas con los lemas: "Iria no quiere vivir en Italia", "Transparencia de los informes del equipo psicosocial" o "Justicia real ya", que llamaron la atención de viandantes y conductores.