Los miembros de las asociaciones de Vendedores del Fontán y del Rastro del Fontán respaldaron ayer, por unanimidad, en una reunión en la iglesia evangélica de Ventanielles, la continuidad de sus entidades, que ahora se autofinanciarán con el abono de una cuota anual de veinticinco euros por socio y puesto.

La reunión fue convocada ante el peligro de disolución de sendas organizaciones, ya que, a partir de diciembre, su principal fuente de financiación, la empresa Mercado el Fontán S.A. -que ostenta la concesión administrativa para el cobro de las tasas por la ocupación del suelo-, pasará a gestionar directamente dicho cobro de los recibos del mercadillo y rastro. Hasta el momento, de estos trámites se encargaba el gabinete administrativo de las asociaciones. A cambio, la empresa concesionaria les retribuía con un porcentaje de la facturación de en torno al 51 por ciento, con el que podían financiar diversas actividades o servicios favorables para los socios, como la utilización de la oficina y sus empleados, la existencia de un servicio jurídico permanente o la financiación de estructuras.

Los vendedores estuvieron de acuerdo en mantener las asociaciones por su "importante papel de mediación" ante la necesidad de acabar con la competencia desleal en el Campillín o de defender sus derechos e intereses frente a cambios normativos como la futura modificación de la Ordenanza Reguladora de Mercados para adaptarla a la normativa europea. De aplicarse literalmente en Oviedo, los vendedores que actualmente cuentan con un puesto fijo tendrían que someterse a un sorteo anual donde, cada enero, se decidiría quién podría contar con un puesto y quién no.

Las asociaciones aglutinan a unos sesenta puestos diarios, a los que se suman 230 en el rastro, los domingos. Aún tienen pendiente decidir cómo gestionar el pago de esas cuotas.