Decía el poeta que "una canción no es canción hasta que la canta el pueblo". Algo así ocurrió ayer en la llamada que Somos realizó al tejido asociativo de la ciudad para acudir a una reunión en el Auditorio en la que Ana Taboada quería estrenarse como concejala de Participación Ciudadana. La líder de la marca local de Podemos tenía la intención de mostrar las líneas maestras -presentación en Powerpoint incluida- de lo que quiere que sea su etapa al frente de la Concejalía: concienciación y movilización de la ciudadanía, generar más tejido asociativo, implicación de los vecinos en el diseño del presupuesto municipal... Pero muchos de los asistentes no estaban, como masculló uno, para "recibir doctrina ni para escuchar discursos". El pueblo había ido al Auditorio para entonar la canción de la participación ciudadana, para llevarla a la práctica. Y más en una calurosa tarde de verano. Lo cierto es que a pesar de la fecha la convocatoria fue un éxito. Más de doscientas personas hicieron que la salón del Auditorio reservado se quedara pequeño, lo que obligó a trasladar la cita a la sala de cámara. Y allí comenzó un rosario de manos en alto preguntando: "Concejala, ¿qué hay de lo mío?".

El primero en abrir fuego fue Jesús García, miembro de la directiva de la asociación de vecinos Asparve de La Corredoria. Para empezar, una advertencia haciéndose eco de una entrevista del exconcejal del PP, Alfonso Pereira, en LA NUEVA ESPAÑA en la que aseguraba que "La Corredoria pone y quita alcaldes". "Aunque somos más del diez por ciento de la población de Oviedo, sólo se acuerdan de nosotros cuando hay elecciones", lamentó García, que para abundar en su aviso a navegantes resaltó: "Somos pacíficos, pero tenemos memoria". Dicho esto, el listado de quejas. Para empezar, el plan de movilidad, o lo que es lo mismo, la "escasa frecuencia" con la que los autobuses urbanos unen al barrio más populoso de la capital con el resto de la ciudad. Luego, lamentos por la información que contiene la web municipal "difícil de localizar y en algunos casos oscura". El turno de palabra fue a parar a Carmen Alonso, de Aspaym, asociación de grandes parapléjicos y minusválidos. La cuestión de Alonso era conocer el futuro del Asturcón y de los cursos de hipoterapia - "un referente en el norte de España", aseguró- que el Ayuntamiento subvenciona desde hace años.

Taboada, paciente, tomaba nota de cada caso y se comprometía a buscar una solución para los problemas, aunque la reunión no había sido convocada para eso.

Tras Alonso, Rafael Llana, un combativo vecino de La Ería preocupado por varios temas. Llana encaró su intervención en modo "Club de la comedia". "Concejala Taboada, ¿qué van a hacer con todos los locales vacíos que hay en toda la ciudad y a los que les siguen cobrando el IBI? ¿Qué van a hacer con esas calles que a las diez de la noche se quedan yermas?". Luego, la carcajada general tras la descripción de Llana de lo que ocurre en los solares abandonados por culpa de la crisis del ladrillo. "Salvo osos polares, en ellos hay toda clase de animales salvajes".

A la preocupación de Llana por el futuro de las denominadas unidades de gestión, le siguió la petición de Mónica Oviedo, vicepresidenta de Cocemfe (discapacitados físicos) de la puesta en marcha de un plan para eliminar las barreras arquitectónicas de la ciudad y en los edificios públicos. Luego, llegaron las asociaciones de inmigrantes. Unas pidieron "más presencia" en el desfile del "Día de América en Asturias". Otras, las de subsaharianos, expresaron su "temor" a vestir con chilabas.

Dos horas de quejas en las que el pueblo entonó la canción de la participación ciudadana hasta sus últimas consecuencias.