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Las farolas pierden sus escudos

La retirada de los medallones de las luminarias, que inició el anterior gobierno local en 2013, obedece a la denuncia de una mujer a la que le cayó uno en la cabeza

Las farolas pierden sus escudos

El origen del misterio de la retirada de los medallones con el escudo de la ciudad que están atornillados en los brazos de las farolas isabelinas de Oviedo obedece a la denuncia de una mujer a la que le cayó uno de estos adornos de hierro en la cabeza en 2013, en la calle Ámsterdam del barrio de Teatinos. Ese es el tiempo que hace que el Ayuntamiento, capitaneado entonces por Agustín Iglesias Caunedo, puso en marcha el plan de quita. Sin embargo, la reciente actuación llevada a cabo en San Lázaro, Otero y Fozaneldi -donde hay un elevado número de farolas decimonónicas- ha llamado la atención a los vecinos, que están "sorprendidos e indignados" a partes iguales por lo que consideran un "expolio del patrimonio ciudadano". Tanto es así, que la Asociación de Vecinos de San Lázaro solicitó el martes un informe técnico a través del Registro municipal.

Ana Rivas, la concejala de Infraestructuras y Servicios Básicos, explica que la retirada de los escudos sirve únicamente para garantizar la seguridad de los viandantes y que los medallones se guardan en un almacén municipal a la espera de trazar un plan de reutilización. "Este Ayuntamiento no tiene ningún interés oculto, faltaría más", insiste la edil, a la que los vecinos de San Lázaro le han preguntado -vía registro- para qué quiere los escudos de hierro de Oviedo y si no sería más barato asegurarlos con tornillos nuevos.

Pero la retirada de los medallones forma parte de un plan más ambicioso y complicado; el de la renovación del sistema de alumbrado público con luces de tipo led (de bajo consumo y mejor iluminación) en el municipio.

De acuerdo a este programa, los técnicos revisan todas las farolas de Oviedo y deben retirar los escudos de aquellas en las que los tornillos se hayan aflojado.

Existen dos tipos de luminarias en la ciudad; las de cuatro brazos con cuatro faroles (modelo Bailén I) y las de dos brazos con tres faroles (modelo Bailén II). Por el momento, los técnicos municipales sólo pueden renovar las segundas, es decir, las más pequeñas, porque la estructura de las primeras impide un resultado satisfactorio. "Hemos comprobado que los halos de luz de sus faroles chocan entre sí y no iluminan la calle correctamente, por lo que por el momento no podemos instalar bombillas led en las farolas Bailén I", explica Rivas.

Así, la Concejalía de Infraestructuras y Servicios Básicos ha procedido a retirar los escudos de Oviedo de las farolas más grandes, que no entran dentro del plan de renovación de alumbrado público. "Tienen difícil solución y debemos pensar qué hacer con ellas, porque son enormes y pesan muchísimo", aclara la edil.

La renovación de la iluminación de la ciudad comenzó hace dos años en Guillén Lafuerza, aprovechando las obras de reurbanización del barrio. Entonces, el equipo de gobierno del PP, presentó a los ciudadanos el resultado de haber colocado setenta puntos de luz con tecnología de tipo led, que rebajan un 30 por ciento el consumo eléctrico. Los viandantes comprobaron que la luz proyectada era más blanca, y, por tanto, menos amarilla. Con el paso de los meses, otras zonas de Oviedo se beneficiaron de la nueva iluminación, como las calles del casco antiguo.

Los vecinos de San Lázaro han solicitado mantener una reunión con la concejala de Infraestructuras y Servicios Básicos para "saber de primera mano" los problemas que generan en nuestro barrio las farolas y a dónde van los escudos".

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