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La Catedral es chula

El libro de visitas de San Salvador recoge palabras de admiración, simpáticos mensajes infantiles y alguna queja por el cobro de entrada

Benito Gallego ojea el libro de visitas a la entrada de la Catedral. LUISMA MURIAS

Para muchos niños la Catedral de Oviedo "es chula" y "superchula". Lo han escrito en el libro de visitas que hay a la entrada del templo y en el que se pueden leer elogios a la belleza del edificio y su buen estado de conservación, agradecimientos por la atención y la organización de las visitas y alguna que otra queja por el cobro de entrada. Hay mensajes en muchas lenguas, algunas en caracteres indescifrables para un europeo, porque por la Catedral de Oviedo pasan miles de peregrinos cada año, llegados desde los rincones del mundo más insospechados. Y entre tantas palabras dedicadas a la Cámara Santa, al Santo Sudario o al claustro, hay quien ha dejado también algún pequeño dibujo.

La Catedral ya va por su segundo libro de visitas, un volumen con las páginas en blanco colocado a la entrada sobre un atril y que los peregrinos van llenando de palabras día a día. "Es muy bonita y muy chula", ha dejado escrito una niña y otra ha añadido en la misma página que "está superchulo todo y es muy divertida".

Muchos llegan a Oviedo movidos por una intensa fe, de la que dejan constancia en el diario comunitario de la Catedral. "La Cruz de la Victoria, un símbolo para estos tiempos de confusión", escribe una familia sevillana. "Aquí termina mi peregrinación de este año, una experiencia inolvidable, mística y profunda", se lee en otra página. "Bella la Catedral, me encanta ver el Sudario de Jesús y rezar frente a él, ¡qué bendición!", dice más adelante. Y ahí quien hace alguna recomendación: "Precioso e interesante recorrido. Encuentro a faltar una misa dedicada a los peregrinos, como ocurre en otros puntos del Camino".

Otros expresan su admiración por la arquitectura y el patrimonio que se custodia en la basílica. "Me gustó mucho la visita: es patrimonio de todos y hay que mimarlo", se recomienda en uno de los mensajes. "Enhorabuena por la organización y la conservación de la Catedral", se puede leer en italiano algo más allá. "Precioso recorrido por la historia, en esta magnífica Catedral que nos ha transportado a los inicios de la cristiandad", elogia otro.

"La Catedral más bonita que hemos visto nunca", escribe alguien en inglés y en español se lee algo parecido: "Una de las catedrales más bonitas que he visto en mi vida".

Hay frases de viajeros llegados de países muy lejanos, pero también de vecinos muy próximos. "Desde Gijón, con cariño, a esta nuestra Catedral de Asturias", escribieron hace unos días.

En el diario de visitas también tienen cabida las críticas, que se refieren al cobro de entrada para visitar el templo. "No se debería pagar por entrar en la casa del Señor, aún así precioso", opina alguien. "Muy bonita pero con lo que cobran (que en otras como el Pilar no se paga) podrían iluminar mejor y dejar ver todas las capillas", ha escrito otro. "Todo ha sido muy bonito pero tenéis demasiado dinero. ¡Lo hacéis muy bien!", se queja alguien.

A lo largo del libro se repiten los agradecimientos y elogios hacia el personal que atiende a los turistas, a la audioguía y la organización de las visitas. "Hermosa Catedral y exquisito recibimiento, la atención del personal no tiene pago y la audioguía perfectamente estructurada, tanto en su introducción como en el desarrollo y su bendición final. Un 10. A ver si los leoneses aprenden un poco", dice uno de ellos. "Estupenda la visita guiada a lo largo de la Catedral, Cámara Santa y claustro. Muy interesante", opina una sevillana.

La inmensa mayoría de los mensajes son halagüeños. "La visita anima al peregrinaje y fortalece la fe", se dice. Y los hay cortos y definitivos: "Volveré". Aún quedan páginas en blanco.

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