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Generación OVD

"Disfruto llevando al deportista al estado previo a su lesión"

La médica ovetense trabaja recuperando a atletas y jugadores de primer nivel en una de las clínicas más prestigiosas de Italia

"Disfruto llevando al deportista al estado previo a su lesión"

Intentó matricularse en la Universidad de Oviedo, pero su nota no superaba la de corte, así que tuvo que irse a estudiar fuera. Así comenzó María Teresa Pereira su andadura en el mundo de la medicina. Hoy, trabaja como responsable técnico del servicio de rehabilitación de la clínica de medicina deportiva Villa Stuart, una de las más prestigiosas de Italia, a la que han acudido futbolistas de la talla de Francesco Totti o Samuel Eto'o.

Natural de La Corredoria, durante su infancia ya mantuvo una estrecha relación con el deporte: practicaba atletismo en el Club Oviedo Atletismo, concretamente en pruebas como los 3.000 obstáculos, de la que fue campeona de Asturias y cuarta de España. Además, realizó el curso de monitor de natación a los 16 años, lo que le sirvió para sacarse un dinero extra mientras estudiaba.

Antes de matricularse en Medicina, decidió probar con una Ingeniería, que terminaría abandonando a mitad de curso. Al año siguiente, al no cumplir con la nota de corte que le exigían en Oviedo, decidió marcharse a Soria, donde haría los tres primeros años de carrera. Al cuarto, consiguió plaza para volver a su ciudad.

"Mi carrera la pagó de manera íntegra el Estado, tuve becas que cubrieron todos mis gastos académicos", explica la doctora. Ya instalada en Oviedo, experimentó su primera vivencia en el extranjero en un pueblo a 300 kilómetros de Praga. Y parece que le gustó, porque después se marchó un año a Brescia, su primera toma de contacto con el país que hoy es su casa.

"Quería especializarme en traumatología al acabar la licenciatura, pero no pasé el examen del MIR, así que empecé rehabilitación", narra Pereira, quien hizo toda la especialidad en España, salvo dos rotaciones en Bolonia, primero en el Instituto Rizzoli y después en lo que hoy es su modo de vida, una clínica de rehabilitación deportiva con cierto prestigio llamada Isoginetic, afamada por haber tratado a futbolistas que son un mito en Italia, como Roberto Baggio. Un novio italiano y la oferta para realizar prácticas en esta misma clínica harían que terminase trasladándose a Bolonia.

En 2004 le ofrecieron trabajo en la clínica Villa Stuart, en Roma, en la que actualmente desarrolla su especialidad. "Al principio fue difícil porque mi familia estaba en Bolonia y tenía que cogerme vuelos todas las semanas para compaginar mi vida personal con el trabajo", comenta la rehabilitadora. Hace unos meses, su familia cambió su residencia a la capital italiana. "Desde que tengo hijos dispongo de menos tiempo para trabajar; me gustaría empezar a ver menos pacientes y escribir más", asevera.

Una de sus especialidades es una técnica conocida como PRP (plasma rico en plaquetas), un centrifugado de sangre que extrae el plasma con las plaquetas para curar lesiones con hormonas de crecimiento. A raíz de esto, ha dado multitud de charlas y conferencia por toda Italia. También ha salido a la palestra a raíz del caso de Damiano Tomassi, futbolista al que hubo que "reconstruirle la rodilla por completo".

"Con lo que más disfruto es haciendo que los deportistas vuelvan a estar como antes de la lesión", afirma. "Guardo especial recuerdo del caso de Aldo Montano, un esgrimista que llevaba cuatro meses sin encontrar cura a una lesión muscular", concluye.

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