Cada vez más ovetenses buscan el amparo de los servicios sociales del Ayuntamiento. De hecho, en 2014 se registró un aumento del 7 por ciento, con respecto al año anterior, en la cifra de beneficiarios de este tipo de ayudas para cubrir las necesidades básicas. De 9.888 personas se pasó a 10.582. Esto significa que algo más del 4 por ciento de la población total de Oviedo -que sobrepasa los 222.400 habitantes- necesita de los servicios sociales municipales para afrontar el día a día. Así lo recoge la memoria municipal de políticas de bienestar del Ayuntamiento de Oviedo, que establece una comparativa entre los datos de 2013 y 2014 (a falta de que finalice el año en curso).

Las asistencias económicas registraron la mayor alza de todas las prestaciones de los servicios sociales porque, según consta en el dossier municipal, el Ayuntamiento concedió un 23 por ciento más de ayudas de emergencia: distribuyó 1.115 en 2014, frente a las 904 del ejercicio anterior. Los demandantes solicitan el dinero principalmente para usarlo como apoyo mensual de la unidad familiar (los servicios sociales desembolsaron un total de 638.946 euros por este concepto), en segundo lugar para comprar alimentos (221.669 euros fueron empleados en ayudar a los usuarios a llenar la nevera), y en el tercer puesto del ranking, para aliviar el pago de las deudas de alquiler o amortización de la vivienda y del importe de la comunidad de vecinos.

La memoria de los servicios sociales recoge, asimismo, el número de personas que necesitan acudir regularmente a centros con los que el Ayuntamiento mantiene convenios de colaboración, por ejemplo el albergue Cano Mata Vigil o el proyecto Calor y Café (de Cáritas Diocesana y Cáritas Arciprestal, respectivamente). En estos casos, el informe evidencia un ligero repunte de usuarios: pasan una media de 360 personas al año por el centro de acogida nocturna Calor y Café, y de 880 por el albergue para transeúntes.

La mayor parte de las prestaciones se gestionan a través de las diez Unidades de Trabajo Social (UTS) que hay en el municipio y que están ubicadas en los centros sociales de Campomanes, El Cristo-Buenavista, Naranco, La Riera-Trubia y Tudela Veguín-Olloniego, y en locales individuales de La Corredoria, Tenderina-Ventanieles, Vallobín, Otero, y Pumarín-Teatinos. De acuerdo al informe de municipal de bienestar social, la UTS con mayor número de usuarios es la de los barrios de Ventanielles y la Tenderina, con 1.753 beneficiarios. Le siguen Pumarín-Teatinos (con 1.677); Campomanes, en la zona centro (1.452); Vallobín (1.317); La Corredoria (1.231); El Cristo-Buenavista (1.211); Otero (858); Naranco (547); Trubia (282) y Tudela Veguín-Olloniego (con 254 usuarios).

Por sexo y edad, y a lo largo del año pasado, las mujeres entre 45 y 64 años fueron las que más veces acudieron a las UTS para pedir ayudas económicas y recursos de apoyo a la unidad familiar. Así, el perfil del usuario de estas Unidades de Trabajo Social ha cambiado en un año, ya que en 2013 se trataba de mujeres de más de 75 años. Según el estado civil, la mayor parte de los beneficiarios están solteros, y les siguen los casados, viudos, separados legalmente, divorciados y los separados de hecho.

Además de las demandas de dinero, la memoria municipal recoge otro tipo de consultas en las UTS, como asesoramiento por problemas de convivencia o dificultades para conseguir trabajo.