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Sueño de una noche de verano

El "Dúo In Extremis", formado por el oboísta Andrés Fernández y el pianista Omar Majbour, llena de florituras el Arqueológico

El pianista ovetense Omar Majbour y el oboísta Andrés Fernández, ayer, en el Museo Arqueológico. LUISMA MURIAS

El recital del "Dúo In Extremis" convirtió ayer el claustro del Museo Arqueológico en el escenario de una película de Disney o de "El sueño de una noche de verano" de William Shakespeare. Florituras, alegría y mucha belleza en los diálogos musicales del oboísta Andrés Fernández y del pianista Omar Majbour.

Empezaron juntos, Fernández de negro y Majbour de blanco, y abrieron boca con el romanticismo clásico de las "Tres romanzas para oboe y piano" de Robert Schumann. Llegó el turno de los solos. Primero el oboe. El sonido y la pintura (de Camille Pissarro y de Edouard Manet) se dieron la mano con "Seis cuadros para oboe solo. Portager et arbres en fleurs, Printemps, Pontoise"; un cántico a la naturaleza; y con "Le ballet Espagnol", en la que se podía adivinar el sonido de las cornetas y un ritmo que el propio Fernández dibujaba con los movimientos de su cuerpo. El piano se lució con tres "Valse" de Piotr Ilich Tchaikovsky. Una inyección de romanticismo en la que solo faltaban las bailarinas de ballet.

Juntos de nuevo, un estreno de una obra del ovetense Majbour: "Fantasía para oboe y piano" llena de vaivenes, juegos de intensidad y silencios que arrancaron los aplausos del público. El "Adagio y allegro Op. 70" de Schumann marcó el fin del programa oficial, pero los músicos regalaron dos bis. El último, una versión de "Summertime" de Ella Firzgerald.

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