José María Rivas, el presidente del comité de empresa del hotel de La Reconquista, asegura que los trabajadores son ajenos a la propuesta de IU, socio del gobierno local, de boicotear el establecimiento, dejando de organizar actos municipales en él en protesta por los despidos y las condiciones laborales que mantiene Hotusa, la empresa adjudicataria desde hace un año. "La propuesta no ha partido de nosotros, la situación es muy desagradable y no queremos hacer daño al hotel", manifestó Rivas. Dejó constancia, sin embargo, de que el ambiente laboral en el hotel es "cada vez peor" y advirtió de que la plantilla no cejará en su lucha para "trabajar con dignidad".
La empresa que gestiona el hotel -Hotusa a través de su marca Eurostars- declinó hacer declaraciones a LA NUEVA ESPAÑA sobre la iniciativa municipal de IU.
La junta de gobierno local, en la que participan Somos, PSOE e IU, trató el tema ayer, tal como estaba anunciado, pero decidió darse un tiempo para analizar el asunto en profundidad y emprender un debate político en el que estén presentes todos los concejales de gobierno y el Alcalde antes de tomar una decisión, ya que muchos están de vacaciones.
La portavoz de IU, Cristina Pontón, advirtió ayer de que desde su grupo van a "ir a por todas, a no ser que la empresa rectifique durante este periodo". Explicó que son "conocedores del acoso que se ejerce sobre los trabajadores" y agregó que "no se puede consentir que la gente esté trabajando en condiciones deplorables". Subrayó que IU no dejará de "reivindicar tanto la creación de trabajo como el mantenimiento de un empleo digno y aceptable". "No se puede consentir el acoso, lo primero es la dignidad de los empleados", añadió.
El presidente del comité de empresa de hotel de La Reconquista anunció ayer que los representantes de la plantilla se reunirán a mediados de la próxima semana para valorar la propuesta de IU y definir "la hoja de ruta" para el próximo año. "Somos trabajadores que llevamos toda la vida en el hotel, nos mueve el cariño y el amor por él", comentó, y añadió que también fue doloroso para ellos tomar la decisión de concentrarse ante el hotel. "El Reconquista ya no es ni la décima parte de lo que era, una referencia de excelencia y de calidad en Asturias, y de eso la responsable es Hotusa pero la propiedad la sigue teniendo Hoasa", añadió, aludiendo a la empresa pública participada por el Principado que tiene su titularidad.
El portavoz de la plantilla contó que en el Reconquista "cada vez se vulneran más los derechos de los trabajadores" y afirmó que "se está incumpliendo el pliego de condiciones en muchos aspectos". Incluso apuntó a "irregularidades en la adjudicación". "Llevamos once despidos, hay cuatro juicios ganados por trabajadores y se ha cambiado a gente profesional por gente en formación", enumeró.
El vicepresidente de Unión Hotelera de Asturias, Daniel García, se manifestó ayer a título personal, como empresario del sector. Insistió en dejar constancia de esa circunstancia, ya que Unión Hotelera aún no ha valorado este asunto. García reconoció estar "sorprendido" por las iniciativas emprendidas desde el Ayuntamiento respecto a Coca-Cola y al Reconquista. Entiende que "las decisiones de las empresas privadas hay que respetarlas, sobre todo teniendo en cuenta la situación económica". Recomendó al tripartito local que "se tome un tiempo antes de tomar decisiones tan drásticas" y le recordó que "gobiernan para todos". "Hay que defender a las personas, pero personas somos todos, los parados que no tienen trabajo y los empresarios que luchan por salir adelante", manifestó.
José Luis Álvarez Almeida, presidente de Hostelería y Turismo en Asturias, apeló a "la libertad empresarial que en España está consagrada por la Constitución" y reclamó "a las autoridades del Principado el cumplimiento de todas y cada una de las condiciones de la concesión de la gestión del hotel. Advirtió que el anunciado boicot del Ayuntamiento a un complejo hotelero "supone un perjuicio a un establecimiento turístico de primer nivel en Asturias y en España y un verdadero emblema de la ciudad", con consecuencias para la empresa y los trabajadores y alerta del "grave deterioro en la imagen turística de Oviedo" que causaría.
