La modelo Almudena Fernández (Zamora, 1977) es pura emoción, y no lo puede esconder. Sus ojos se empañan y su voz se vuelve temblorosa cuando habla de su proyecto solidario, "Kind Surf", con el que, a través de la práctica del surf, ayuda a jóvenes que se encuentran en situaciones desfavorecidas en todo el mundo. La top model visitó Oviedo para acompañar a la ovetense Olaya García en la presentación de un nuevo producto cosmético en Las Caldas.

-Trabaja en la moda, muy ligada al lujo, y en un proyecto solidario en el que ve la cara más dura de la vida, ¿cómo lo hace?

-El lujo para mí no son los objetos que brillan, sino la excelencia. Encontrar el alma de las cosas. Y por eso hay esa consonancia entre mis dos ocupaciones.

-¿Qué tiene de especial el mar para usted?

-El origen de todo es el agua y conectar con ella te permite vivir en armonía. El mar es un medio que nos puede proporcionar felicidad, ayuda, terapia, cura, pureza... no desconectemos de ahí.

-¿Es uno de los ingredientes básicos en sus rituales de belleza?

-Siempre. Bebo mucha agua para tratar la piel desde dentro y acudo a tratamientos con agua termal para cuidarla desde fuera. Venimos de la tierra, somos orgánicos, todo lo que usemos para cuidarnos es mejor que provenga de ella.

-¿Es de las que cuida la alimentación?

-Sí, pero de siempre. Ahora están de moda las dietas "detox", pero yo llevo haciendo limpiezas de uno o dos días a la semana hace mucho. Soy vegetariana, hago yoga todos los días y practico surf. La belleza reside en tus pensamientos, en cómo los controlas. Sigo la filosofía de pensar, decir y hacer.

-¿Le da miedo envejecer?

-Forma parte del juego y hay que saber llevarlo. Por eso es importante cuidarlo.

-Además del amor (su pareja es el surfista Aritz Aramburu), el surf le está regalando momentos únicos con su ONG...

-No hay nada que supere ver las lágrimas de un niño con parálisis cerebral, que no puede mover más que el cuello, al verse capaz de deslizarse sobre el agua con la tabla. Es impresionante.

-¿Qué fue lo que le animó a crear esta ONG, después de casi 20 años de profesión como modelo?

-Necesitaba encontrar armonía. En la moda, la atención va siempre hacia la modelo, y sentía un desequilibrio. Tenía que volcar esa atención hacia personas que no lo han tenido tan fácil como yo. Empecé como embajadora de "The climate proyect", fundada por Al Gore, y con Oceana, la ONG más importante del mundo dedicada a salvaguardar las costas. Y me di cuenta de hacia dónde quería ir.

-Pero, no ha dado carpetazo definitivo a la moda.

-No, pero "Kind Surf" es mi prioridad. Cuando haces felices a las personas, engancha y ya no puedes dejar de hacerlo. Ahora me permito el lujo de hacer solo cosas que me apetecen.

-¿Y qué le apetece?

-Cosas creativas, proyectos con un fondo social o para productos sostenibles.

-¿Es consumidora de moda?

-Sí, pero selectiva. Sé la tendencia que va a desaparecer en seis meses y las cosas que vale la pena comprar porque van a durar.

-¿Cómo ve el fenómeno "egoblogers"?

-Hay espacio para todos. Antes solo hablábamos las modelos de moda, ahora lo hace todo el mundo. ¿Y por qué no? El público es inteligente y sabe escoger.