La capital asturiana ha conseguido batir este verano sus registros turísticos de la última década, hasta superar, incluso, los niveles de ocupación hotelera de los años "gloriosos", justo antes del inicio de la crisis económica. A falta de datos definitivos, las valoraciones del sector no podían ser mejores. En lo que va de verano, la ocupación de los hoteles de la ciudad ha superado el 85 por ciento. Además, desde el pasado 7 de agosto, los establecimientos rozan el cien por ciento de la ocupación. "Hacía años que no decíamos que no a la gente por falta de sitio, estamos encantados", asegura Daniel García, vicepresidente de Unión Hotelera.

Hay más indicadores positivos que alegran el verano al sector turístico en Oviedo: los visitantes se quedan más tiempo en la ciudad. Según los datos provisionales facilitados por Unión Hotelera a LA NUEVA ESPAÑA, las pernoctaciones medias se han prolongado hasta los tres días, por encima de los dos días o días y medio de los últimos años. Todo esto, con habitaciones más caras que en los años 2005 y 2006, antes de la crisis. "Ya veníamos notando una mejoría. Estamos muy contentos. Esperemos que no sea una tendencia puntual y se generalice en periodos posteriores", explica García.

En cuanto al perfil del turista que visita Oviedo en verano, la mayoría son familias con hijos que eligen la capital asturiana para pasar, al menos, unos días de su periodo vacacional. Predominan los turistas nacionales, con Madrid, Cataluña y Andalucía como principales puntos de origen. En cuanto al turismo internacional, se ha notado un incremento en la llegada de franceses, alemanes e ingleses. Como novedad, el turismo asiático, con un alto poder adquisitivo, empieza a despuntar y ya es habitual ver ciudadanos nipones en la ciudad fotografiando cuanto encuentran a su paso.

Los hosteleros de la ciudad también han notado la presencia de este aluvión de turistas. "No tenemos datos definitivos, pero hemos percibido una mejoría, la gente consume más", apuntan fuentes de Hostelería de Asturias.

Lo que está claro es que Oviedo disfruta con los turistas, y los turistas disfrutan con Oviedo. Y es que la ciudad "tiene mucho tirón". Este verano la ciudad puede presumir de ser uno de los destinos con un mayor reclamos dentro del panorama nacional, pese a no formar parte de las opciones "típicas".

Las causas que motivan este desembarco son, a ojos del sector, las moderadas temperaturas y la gastronomía. Nunca se verán temperaturas superiores a los 35 grados, y eso es algo que los turistas, principalmente de la zona sur del país, con sus olas de calor, agradecen.

Y, como no podía ser de otra manera, los productos culinarios que ofrece la ciudad y la región constituyen otra de las causas que estimula la afluencia de turistas. ¿Quién puede decir que no a un culín de sidra o a un plato de fabes? En cuanto a las zonas con mayor atractivo, el casco antiguo gana por goleada. Casi todos los turistas quieren hacerse la foto a las puertas de la Catedral o con La Regenta. Aunque muchos también se decantan por el típico barril con el sello de Gascona, o por escanciar sidra.

Los comerciantes, también encantados. Gracias a los turistas se aseguran unas ventas de más. Sergio Lafuente trabaja de camarero en un bar situado a escasos metros del Ayuntamiento. Sostiene que el negocio no sobreviviría sin las consumiciones de los foráneos: "Esta siendo un buen verano. La verdad es que hemos tenido bastante suerte. Si no llega a haber tantos turistas, lo más probable es que tuviéramos que cerrar el bar en verano".

Por su parte, Carmen Lorenzo, empleada de un comercio del Antiguo, comenta: "Este mes hemos notado un incremento del 20 por ciento. Sin duda, es gracias a los turistas". Ella trata todos los días con veraneantes, y sabe muy bien de dónde son la gran mayoría: "Vienen muchos de Francia y de la zona sur del país. Supongo que será para evitar altas temperaturas".

En Gascona, una de las calles más populares de la ciudad, se concentra gran parte de los turistas que deciden pasar unos días por Oviedo. La oferta gastronómica es su mayor reclamo. Raro es el día en el que las terrazas de los restaurantes y sidrerías no se encuentran llenas.

"Nos esta gustando mucho Oviedo, y en especial Gascona. Se come muy bien por aquí", afirma Michelle Ducurtil, turista francesa, aunque con raíces asturianas: "Venimos a ver a unos amigos, y ya que estamos aquí, aprovechamos para conocer Asturias. La verdad es que es preciosa", asegura.Ducurtil ha venido acompañada por su marido Xavi Ducurtil, por su hija Lola-Lou Ducurtil, y por François Xavier Goudot, y sus hijos Anna, Julien y Antoine Goudot. Una semana en la capital les ha dejado muy satisfechos: "Visitamos el casco antiguo, la Catedral, el Museo Arqueológico. Sin duda repetiremos", pronostica François Xavier Goudot.

Antonio Bové y Marina Escribano, de Lleida, también estaban por Gascona, "buscando un sitio donde comer". Se han topado con un panorama inesperado. "Se ve mucha gente por la calle. Desconocíamos la cantidad de vida que tiene Oviedo". Pese a que tan sólo llevaban paseando por la ciudad unas horas, aseguraron que ya la habían situado en su ranking de las más bonitas: "Estamos de vacaciones por la región. Hemos visitado Gijón, Llanes y muchas más villas con costa. Ésta es la primera de interior y nos está gustando mucho. Que pena que tan sólo hayamos venido a pasar el día".

Al margen de la oferta gastronómica, otro de los alicientes de la ciudad es la gran cantidad de recorridos culturales que permite. Teatros como el Campoamor o el Filarmónica y museos como el Arqueológico o el Bellas Artes convierten a Oviedo en un atractivo muy importante para los turistas que se decantan por la oferta cultural.

Éste es el caso de Antonio Rodríguez y Carmen Martínez, naturales de La Coruña. En alusión a la amplía oferta teatral que, durante el verano, llena la ciudad de eventos, aseveran: "Estuvimos ayer en el Campoamor viendo 'El Eunuco'. Nos encantó". Y agregan: "Nos gusta que una ciudad, que aparentemente no es el destino típico de vacaciones, llene la agenda estival con altos contenidos culturales. Obras de teatro, visitas guiadas por museos. Es apasionante". Raro es el día en el que no está programado algún evento de esta naturaleza.

Jannis Freesemann y Benjamin Peinhe son alemanes, de Oldenburg (al noroeste del país). Decidieron pasar unos días por Asturias después de días y días realizando el Camino de Santiago. "Venimos a Asturias a coger fuerzas. Nos gusta mucho la sidra y el cabrales", relatan.

Las visitas guiadas por la ciudad se centran, principalmente, en mostrar a los turistas "los encantos" que ofrece el Antiguo. Raymundo Juan y María Juan, turistas alicantinos, se encontraban inmersos en una de estas visitas, a su paso por la plaza de Trascorrales: "La verdad es que la ciudad es muy bonita. Nos decantamos por una visita guiada porque así nos enteramos de todo sin ningún problema". Los hermanos Juan también se sorprendieron del flujo de gente por las calles: "Hemos venido hoy y está todo a rebosar. No hay ni una terraza libre", tercian.

Por su parte, Laura de Aranda, Blanca de Aranda e Inés Santa Cruz, madrileñas, se encuentran de vacaciones en Ribadesella, y decidieron venir a pasar un día a la capital. Conocen la ciudad, pero destacan que siempre hay algo nuevo que ver: "Solemos veranear en Asturias, y nos gusta Oviedo. No es la primera vez que venimos, pero no deja de sorprendernos. La plaza del Ayuntamiento es preciosa". Además, tenían muy claro donde iban a comer: "Tenemos pensado ir a comer a la calle de la sidra [en referencia a Gascona]. Nos dijeron que está muy bien", cuentan.

Buena parte de los turistas provienen de la Comunidad Valenciana. Este el caso de Natxo Peña, Carmen Saiz y sus hijos, naturales de Valencia capital. Muy contentos con el transcurso de sus vacaciones en Asturias, afirman: "Acabamos de llegar a Oviedo, y la verdad es que nos gusta mucho". Se muestran entusiasmados con la región: "Nos quedaríamos a vivir aquí toda la vida".

También de esta comunidad son Luis Roca y Sonia Marín, castellonenses "de toda la vida". Para sus vacaciones eligieron como destino un tour por el Cantábrico. Han visitado Gijón, Santander y Oviedo. Después del periplo, tienen claro cuál es su preferida: "Llevamos unas horas paseando por la ciudad, y es la que más nos gusta. La Catedral, la estatua de La Regenta, la plaza Porlier... Es preciosa". Otro factor les ha llamado profundamente la atención: "Es increíble lo limpia que está la ciudad. La calidad de vida debe de ser muy alta. Nos encanta".