La Estacionaria, el chiringuito que gestiona la veterana asociación Radio Banda Ciudadana de Oviedo por trigésimo primer año consecutivo, se lanza en esta ocasión, por primera vez, a poner música. La primera canción que sonó para cerrar tres décadas mudas fue "Nota de amor", de Carlos Vives, con la colaboración de Daddy Yankee.
La razón para romper este tradicional silencio es de orden práctico: "Lo hacemos porque al chiringuito de al lado este año le denegaron el permiso y hay que mantener la clientela. Si no, cuando se acaban los conciertos, se marcha a los otros chiringuitos", revela Recio. "Pondremos sobre todo música comercial, electro latino, Enrique Iglesias, David Guetta, algo de Melendi... Lo que más suena", explica Eros Antuña, pinchadiscos ocasional y miembro de la asociación que gestiona La Estacionaria.
Aunque Antuña pretende estar todos los días en el puesto, ha preparado una lista con ocho horas de música y 130 canciones para que el ritmo no pare en su ausencia. Variedad para no caer en el aburrimiento. "También, si los clientes me piden canciones, suelo ponérselas", añade. Antuña tiene muy claro cuáles van a ser los himnos del chiringuito, dos grandes éxitos: "La gozadera", de Gente de Zona, y "El taxi", de Osmani García. Conoce bien la versión asturiana de ambos temas, "muy buena", y espera pincharla algún día.
La Estacionaria es un puesto conocido por sus hamburguesas y pepitos de ternera -aunque también despachan bastantes bebidas-, ofrece fundamentalmente sus productos por la tarde-noche, a partir de las ocho. Está orientado a tomarse algo para cenar antes o después de los conciertos, y por eso quieren darles a las actuaciones solución de continuidad.
"Vamos a poner muy poca música: de doce de la noche a la hora de cerrar, cuando acaben los conciertos. Incluso estamos pensando en no ponerla a diario y dejarla solo para los fines de semana", declara Recio.
