Dos días de fiestas le han bastado a José Luis Álvarez Almeida para darse cuenta de que "las fiestas de San Mateo están pensadas para favorecer a los chiringuitos por encima del sector hostelero". Almeida preside Otea, la unión de las tres grandes agrupaciones hosteleras asturianas, y da un paso adelante en lo que dice que es "la defensa de quienes trabajan todo el año", frente a otros que "solo están quince días y no tienen que atenerse a la ley".

El representante hostelero está especialmente molesto por no haber podido celebrar este año Gastromateo, las casetas, "que tuvieron gran éxito", instaladas en el paseo de Los Álamos, Prentedían esta vez ubicarlas en el Bombé, como hicieron la pasada primavera, pero el Ayuntamiento les denegó el permiso. "Era una buena opción para que el sector hostelero pudiera sacar rendimiento a las fiestas a través de sus propios chiringuitos", lamenta Almeida. "Todavía la gente me pregunta que dónde lo hemos montado este año".

Gastromateo. "Este año no hemos podido celebrarlo porque el Ayuntamiento nos dice vagamente que el Campo está ocupado para los niños. Sin embargo, el Topu Fartón no pude ponerse donde siempre [por obras en un edificio de la Universidad] y le buscan un hueco nada menos que en la plaza del Ayuntamiento. Nos gustaría que, como a ellos, nos hubieran ofrecido alternativas".

Sin barras en la calle. "Hay varios establecimientos hosteleros [los de Porlier y el Riego] a los que otros años se les permitía instalar sus propios chiringuitos. Ahora no les dejan. Tienen que competir directamente con los chiringuitos porque se les ponen al lado, pero no pueden tener las mismas condiciones".

Terrazas. "Los bares que han abierto en los últimos meses deben adaptarse a la nueva ordenanza de terrazas, pero no los chiringuitos que se montan para unos días porque quedaron excluidos del texto"

Mesas con publicidad. "Está prohibido que los bares del casco Antiguo tengan mesas y sillas de publicidad, pero los chiringuitos instalan decenas de ellas de este tipo".