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De camping junto al Tartiere

Fans de Pablo Alborán y Abraham Mateo hacen cola días antes de los conciertos "aunque digan que se nos va la cabeza"

De camping junto al Tartiere

"Nuestros padres dicen que se nos va la cabeza, pero aquí estamos". Ángela Pérez acaba de dejar atrás la adolescencia, es fan de Pablo Alborán y está sentada sobre una esterilla junto al estadio Carlos Tartiere con un grupo de amigos. El jueves cogió un autobús de Santander a Oviedo y acampó ante la carpa de conciertos de La Ería. El viernes unos chicos de Madrid le dieron el relevo, ella volvió a su casa, y ayer regresó a la capital asturiana para ponerse de nuevo a la cola. Eso sí, de las primeras. Ella dice que el alocado viaje le merece la pena para coger "el mejor sitio del concierto" y que lo había organizado con otros seguidores a los que conoció en actuaciones o en las redes sociales.

El caso de Ángela y sus amigos no es único. Decenas de jóvenes venidos de comunidades vecinas y de Madrid se apostaron en el entorno del Tartiere a mediados de semana. Allí, hasta ayer, había dos clases de "groupies" (fans de un cantante); los que querían ver al de Málaga y los "Abrahamers" (los seguidores de Abraham Mateo). Hoy sólo quedan los segundos, pero hasta que Alborán no salió al escenario ambos bandos se llevaban muy bien. Es más, hicieron improvisados conciertos de aficionados con los grandes éxitos de uno y otro cantante.

Bárbara Redondo, de Mieres, ha visto a Mateo en ocho ocasiones, es decir, ha viajado por toda España tras el joven. "Ojalá cante hoy 'Fue un error amarte" porque es de sus mejores temas y no suele cantarla mucho", dice la chica, que se ha convertido en toda una "Abrahamer". A su lado está muy nerviosa Evelyn Toimil, que podrá hablar cara a cara con el cantante minutos antes de que dé el concierto en La Ería gracias a haber ganado en una cadena de radio el llamado "meet and greet" (una cita con su ídolo). "No sé qué le voy a decir, puede que me quede cortada", explica la joven.

En los alrededores del Tartiere hay mayoría de chicas. Los varones son una excepción, aunque haberlos, haylos. El madrileño Gonzalo Rodríguez fue uno de los que le dio el relevo a la chica santanderina para ver a pablo Alborán. "Vengo a ver si canta "Volvería" porque me encanta, y, aunque llueva, esperar merece mucho la pena".

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