Carlos Fernández Llaneza, estudioso de la historia ovetense, se convirtió ayer en el primer presidente de Manos por el Naranco, el colectivo fundado en abril de 2013 por ciudadanos que tienen en común la defensa y la mejora del monte ovetense. La agrupación nombró ayer en asamblea su primera junta directiva, al mismo tiempo que da el paso de convertirse en asociación registrada en el Principado, para "tener una mayor facilidad de relación con las administraciones, tanto municipal como autonómica".

Manos por el Naranco tiene como objetivo general "dejar a futuras generaciones de ovetenses un monte mejor que el que vemos en la actualidad, recuperando el lugar que históricamente tuvo de vinculación con la ciudad y potenciarlo como principal elemento de valor ambiental de la misma".