Han pasado veinte años. O, lo que es lo mismo, casi 9.000 niños atendidos. El 2 de octubre de 1995, Juan, de siete meses de edad y aquejado de una obstrucción de laringe, estrenaba la primera unidad de cuidados intensivos (uci) pediátrica del Principado, ubicada en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). Así se ponía fin a las "peregrinaciones" de familias a hospitales de otras comunidades autónomas, que incluso llegaban a Barcelona. Ayer, se celebró el vigésimo aniversario de un equipamiento que sigue siendo único en la región, con un 60 por ciento de pacientes provenientes de fuera del área de Oviedo. "Tenemos el orgullo de disponer de una de las uci pediátricas más modernas de Europa", subrayó Corsino Rey, jefe de la unidad.

A la efeméride de ayer, conmemorada en el salón de actos del nuevo HUCA, asistieron varios de los que habían acudido a la inauguración de 1995. Uno de ellos, Corsino Rey, quien desempeña el mismo cargo que entonces. Otro es Manuel Matallanas, hoy gerente del HUCA y hace dos décadas director provincial del Insalud, entidad que por entonces gestionaba los servicios sanitarios públicos asturianos. Un tercer nexo de unión entre los dos eventos es Manuel Crespo, jubilado desde hace años de su cargo de jefe del departamento de pediatría del HUCA. Aquella inauguración propició la primera visita al Hospital Central -en su condición de consejero Servicios Sociales del Gobierno presidido por Sergio Marqués- del fallecido Antonio Cueto.

En su intervención de ayer, Crespo quiso hacer justicia histórica subrayando el "providencial papel" en la puesta en marcha de la uci pediátrica de Juan López Arranz -ex rector de la Universidad, jefe de servicio jubilado y durante un tiempo director médico del HUCA- en los años 1993 y 1994. De la actual unidad destacó "el nivel de excelencia alcanzado, sobre todo por parte del equipo asistencial, tanto médicos como enfermeras". Manuel Matallanas destacó que la uci pediátrica es "un símbolo de la revolución del HUCA y de todo el sistema sanitario de Asturias, en los últimos veinte años". "No faltaron dificultades e incomprensiones en su puesta en marcha", evocó el doctor Matallanas. El cuarto interviniente en el acto fue Fernando Santos, director del área de gestión clínica de pediatría del Hospital Central, quien puso de relieve no sólo la "mejora asistencial" que ha impulsado la entrada en servicio de la uci pediátrica, sino también la actividad docente e investigadora desarrolladas en ella.

Tras la sesión inaugural, se sucedieron un coloquio, una charla y la firma de un acuerdo de colaboración entre la uci pediátrica y la Asociación de Familias de Niños con Cáncer del Principado Galbán.

Entre el público se encontraban personas ajenas a la plantilla del HUCA, pero afectadas por lo que en el centro se realiza. Entre ellas, Juana Jara, directora de la Asociación de Padres y Amigos de Cardiopatías Congénitas (Apaci), quien destacó la satisfacción de las familias con el funcionamiento de la uci pediátrica. No obstante, matizó que "sería conveniente que, a la hora de derivar niños a otras comunidades autónomas, estos procesos se hagan con más celeridad, sin esperar tanto".

La uci pediátrica del HUCA registra anualmente unos 450 ingresos de niños de edades comprendidas entre un mes y 14 años (muchos más pacientes son atendidos en ella, pero no llegan a ingresar). Enfermedades respiratorias (asma, neumonía, bronquiolitis...), infecciosas (sepsis, especialmente en enfermos de cáncer), politraumatismos, complicaciones posquirúrgicas y trastornos neurológicos (convulsiones) son las patologías más frecuentemente vistas en la unidad.