Sobre las once horas de la mañana de ayer, los Bomberos de Oviedo tuvieron que desplazarse hasta el bar El Sitio, situado en la calle Joaquina Bobela, en el barrio de Pumarín, al recibir una llamada de un joven que solicitaba ayuda para salir del local en el que se había quedado encerrado tras quedarse dormido en el baño durante la noche. El hombre intentó salir del bar cuando se despertó, pero el propietario se había marchado sin verlo y cerró la puerta. El equipo de rescate y la Policía Nacional intentaron localizar al propietario, pero al no conseguirlo, se desplazaron hasta el lugar y sacaron al interesado por la ventana. El joven no presentaba ninguna lesión.

Por otro lado, el incendio que se originó el sábado por la tarde en el interior del restaurante La Genuina, situado en la calle Cimadevilla, en el Antiguo, se volvió a reactivar durante la madrugada, obligando a intervenir a los Bomberos sobre las 4.13 horas. Según informó ayer este servicio, el nuevo episodio se produjo por la ignición de unas brasas. Además, la rotura de una tubería provocó el derrumbe del falso techo, que no pudo soportar el peso del agua desprendida.

Este suceso no dejó ningún daño personal. Los propietarios del local comenzaron ayer mismo con las labores de limpieza. En la página de Facebook del negocio recibieron un centenar de mensajes de clientes y vecinos ofreciéndoles su ayuda y apoyo. Aunque los daños materiales son altos, esperan poder reabrir el restaurante en poco más de un mes.

Durante la noche del sábado, los Bomberos de Oviedo tuvieron que desactivar otros dos incendios. El primero se produjo pasadas las 21 horas, en la calle Uría, a la altura del paseo de los Álamos, al quemarse varios cartones en el interior de un camión de la basura. El otro se produjo de madrugada, en una vivienda de Quintaniella, en Olloniego, en donde se quemaron las vigas y parte del techo, y la propietaria sufrió quemaduras leves en dos dedos de una mano. Además, durante la jornada del sábado este servicio tuvo que llevar a la perrera de la Bolgachina a un gato y cuatro perros. También tuvieron que acudir ayer por la tarde a la piscina pública de la Corredoria para tapiar una de las entradas, por la que se había colado gente para dormir y beber en su interior.