La idea entusiasmaba en la parte de más a la izquierda del tripartito y daba pavor en las filas socialistas. En Oviedo (AMSO), y también en la calle Santa Teresa (FSA), donde la tres de este periódico del viernes pasado ponía los pelos de punta desde el primer al último despacho. Que saliera a la luz fue suficiente para que Wenceslao López decidiera poner punto final a la aventura. Empezaron a negociar y alcanzaron la idea de ceder un polideportivo para la pernoctación, que ya no sería ocupación. Si mantienen el plan, miembros del Gobierno recibirán a los manifestantes. Todo mucho más propio y coherente con lo que repiten una y otra vez. Sus políticas "para la gente", intactas, y a salvo la dignidad de la institución, como la de los que se manifiestan.