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El silencioso viaje a Madrid del Alcalde

Wenceslao López, que irá el martes a la capital para reunirse con representantes del Ministerio de Defensa, elude "por precaución" detallar los asuntos que tratará

El Pleno del 20 a las 20 se conoce en el Ayuntamiento como el "pleno capicúa" por ocurrencia de algún concejal guasón. Para que nos entendamos: se refiere el susodicho al pleno extraordinario del martes 20 (pasado mañana) a las 20.00 horas (ocho de la tarde). Allí se tratará el asunto de las ordenanzas fiscales, que se supone irá para largo para desgracia de concejales, periodistas y asistentes, que se comenta que tampoco descartan, ahora que está de moda, pedir permiso para pasar allí la noche, ya que estamos.

Nadie por los pasillos consistoriales recuerda un pleno tan a deshora. Hay ediles que no tienen con quién dejar a sus hijos y las hay que deberán fumarse la clase de pilates, justo la semana, que ya es coincidencia, en que los vestidos de nueva colección para la ceremonia no pasan ni una.

Total, que el pleno es a las ocho y parece que se alargará, por mucho que se hayan reducido cinco minutos el tiempo de intervención de los ediles (de 20 a 15) y el de réplica (de 10 a 5). Cinco minutos, leen bien.

Sucede que con el follón de los Princesa, que si sí, que si no, que si no sé, nadie reparó en lo importante. ¿Por qué demonios plantan un pleno a las 20.00 horas si a todos, hasta a los propios concejales, les viene fatal?

Versión oficial para la galería: a esas horas puede venir más ovetenses y así hay más transparencia, y así se ve que el Ayuntamiento tiene las puertas abiertas no, abiertísimas. Como si en la sala de plenos cupiera todo Oviedo y no las ¿40? personas que caben. Como si fuera un planazo plantarse allí a escuchar a sus señorías.

Versión oficial verdadera: el Alcalde tiene un viaje y hasta esa hora no llega.

-¿A dónde va?

-No lo sabemos.

No lo sabían sus colaboradores (eso decían) ayer a primera hora de la tarde, cuando este periódico llamó para preguntar. Mejor escrito, cuando llamó para confirmar una cosa que acabaron siendo dos: la primera es que, efectivamente, el Alcalde iba a Madrid para asistir una reunión con alguien en el Ministerio de Defensa. Y la segunda es que, efectivamente, querían ser discretos con el viaje. Silencio.

-¿Por qué, señor Alcalde?

-"Son cosas importantes para Oviedo y conviene ser prudentes y no contarlas antes de que ocurran. Es por precaución".

Y ya. Nada de detalles, ni si van a hablar de La Vega o de los 55 despedidos, que seguro que sí. El martes sabremos. O no.

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