La abogada de Jorge Portillo Vega, Ana Arrojo Sánchez, recopila los informes psiquiátricos de su defendido -que pasó por once centros asistenciales de España- para probar que padece un trastorno de la personalidad, tal y como él declaró el martes en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer, donde confesó que había matado a María Isabel Márquez Uría.

Portillo se encuentra ingresado en la enfermería de Villabona después de que la Magistrada titular del Juzgado, Mónica Casado, dictase para él prisión provisional y sin fianza. Según su abogada, quiere ser trasladado a la Unidad Terapéutica y Educativa (UTE) para tener más intimidad. "Portillo sufría demasiado por cosas cotidianas, inventa historias que luego se cree y está convencido de que la única salida era matar a Isabel", explica la letrada, que matiza que el acusado "sufre y se emociona cada vez que habla de ella".

Portillo insistió en su declaración en que padece un "trastorno de la personalidad diagnosticado psiquiátricamente" por el que ha estado ingresado en varias ocasiones y del que tiene antecedentes médicos en Cataluña (de dónde es natural), Bilbao, Navarra y Asturias. En este sentido, fuentes próximas al caso han revelado que Portillo tiene marcas de cortes en los brazos "y que no parecen ser recientes". Además, el agresor declaró en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer que trató de acabar con su vida cuando vivía en Barcelona, y que "se hizo bastante daño". Siempre de acuerdo a su versión, uno de sus últimos intentos fue hace cuatro años en Asturias al querer tirarse al mar y finalmente desistir de hacerlo.