El alcalde de Oviedo, Wenceslao López, acabó ayer de un plumazo con las intenciones de Somos de meter en el Ayuntamiento a directores generales traídos de fuera con sueldos "low cost". El regidor anunció en rueda de prensa que en el nuevo organigrama municipal, que entrará en vigor en 2016, no habrá ningún director general, que los sueldos de 35.000 euros para nuevos directivos son "imposibles" y que las plazas que salgan a concurso público el año que viene no se abrirán a otras administraciones de fuera salvo casos excepcionales.

López fue muy claro para argumentar su postura en contra de lo que considera cargos políticos: "Soy contrario al puesto de director general. Nuestra filosofía es lo público y hay que ser coherentes", dijo, en clara alusión al socio mayoritario en el gobierno, que había propuesto destituir a altos funcionarios nombrados por el PP, a quien acusó de "boicot institucional", a cambio de nuevas incorporaciones. El Alcalde defendió a los empleados públicos ("si queremos que sean los mejores, tenemos que ser los mejores con ellos", advirtió) pero avisó de que tomará "medidas" si detecta que alguno no cumple con su obligación.

La idea de apartar a los empleados considerados "pata negra", que son los que durante la época del PP llevaron el peso de la gestión municipal, no se hará de forma directa. Lo que prevé hacer el equipo de gobierno es sacar las plazas de algunos de ellos a concurso público interno obligándoles a presentarse si quieren mantener su estatus. La mayoría de los 21 jefes de servicio actuales fueron nombrados para esos puestos sin concurso. Ellos esgrimen ahora que ese cargo les pertenece basándose en una figura llamada "convalidación". El actual equipo de gobierno, que está negociando con los sindicatos este asunto, prevé sin embargo anular esta figura y reconocer a estos altos funcionarios como "personal de adscripción provisional", de manera que no serían dueños del cargo y tendrían que presentarse a los concursos junto al resto de candidatos para optar a mantenerlo.

A las tres personas que actualmente ocupan cargos de director general se les recolocará. La directora jurídica, Patricia Ibaseta, será relegada y su plaza quedará vacante. Según ha podido saber este diario, Ibaseta ha pedido un puesto en el consejo económico, que tendría que ser de nueva creación. Camilo López, de Interior, pasará a ser jefe de sección en el área de transparencia, controlada por la vicealcaldesa Ana Taboada (Somos). Y Delfina Rodríguez, de economía, pasará a ser jefa de servicio, cargo que lleva tiempo compatibilizando con el de directora general. Todos mantendrán su actual salario (entre 70.000 y 80.000 euros anuales) aunque en un futuro no ganen en el concurso que les haría perder su nivel. En este sentido, López descartó una bajada de sueldos como propone Somos, que planteó salarios de 35.000 euros para los nuevos directivos, menos de la mitad de lo que cobran actualmente los altos funcionarios.

El Alcalde dejó encima de la mesa la posibilidad "excepcional" de abrir determinadas plazas para otras administraciones, como reclama Somos. Fuentes municipales, sin embargo, aseguran que en ese caso se pedirá por escrito una explicación "objetivada" del concejal de turno. Las plazas de jefes de servicio que se sacarán a concurso se irán decidiendo en los próximos días.

El Alcalde dijo que sus socios, IU y Somos, conocen sus intenciones y que llevará a Junta de Gobierno el organigrama final, que está a la espera de las propuestas de los ediles. El documento se debatirá en la Junta, pero López recuerda que es él quien tiene la potestad de elegir. "Nadie debería ocupar la función pública con ningún tipo de facilidad adicional", concluyó López.