La Audiencia Provincial de Oviedo ha condenado a Agustín de Luis a dos años y siete meses de cárcel por ocultar un atestado policial tras un atropello con resultado positivo en alcoholemia en el barrio de El Cristo hace tres años. El juez considera que el exjefe de la Policía Local es responsable de un delito de "infidelidad en la custodia de documentos", "encubrimiento en concurso de normas" y "omisión del deber de perseguir delitos", pero le absuelve de prevaricación y falsedad documental. La sentencia ha sido dictada en poco tiempo, poco más de dos semanas después de la celebración del juicio, y es similar a la pena que solicitaba la Fiscalía: tres años de prisión y cinco de inhabilitación para empleo o cargo público. De hecho, la Audiencia también le condena a no ejercer un cargo durante un lustro, aunque el que fuera jefe de la Policía Local ya está jubilado.

Este periódico intentó ayer sin éxito ponerse en contacto con De Luis y con su abogado, Juan Muñiz, para saber si van a interponer un recurso de casación. Los hechos se remontan al 19 de enero de 2012, cuando el acusado recibió en el cuartel del Rubín al presunto autor del atropello. Quería recuperar su furgoneta, que estaba en el depósito municipal, inmovilizada por decisión de los agentes que realizaron el atestado. Le imputaron dos delitos contra la seguridad vial, uno por conducir bajo los efectos del alcohol y otro por negarse a someterse a las pruebas de alcoholemia tras atropellar a un peatón. Según el juez, el exjefe de la Policía Local dio las órdenes que consideró precisas para paralizar el atestado.

Durante el juicio, que duró dos días y en el que se personó el sindicato policial Sipla como acusación particular, De Luis aseguró que decidió anular el atestado y convertirlo en una "diligencia de prevención" tras consultarlo legalmente con el anterior fiscal superior de Asturias, Gerardo Herrero (fallecido en 2013) y obtener su consentimiento. "Había muchos errores en el atestado, me quedaban unos meses para jubilarme y no quería fastidiar a mis compañeros. Llamé al señor Herrero... todo lo consultaba con él", dijo De Luis. Así, el exjefe de la Policía Local basó su defensa en echar por tierra el atestado y negó conocer al conductor al que supuestamente había favorecido (un conocido empresario del sector hostelero en Oviedo).

A su declaración siguieron las de una decena de testigos, la mayoría agentes y mandos de la Policía Local de Oviedo. Uno de ellos -un mando intermedio- ratificó la versión ofrecida por De Luis y dijo haber estado presente en una reunión entre Gerardo Herrero y el acusado, en la que hablaron del atestado policial.

De Luis había evitado sentarse en el banquillo de los acusados en mayo en el Juzgado de lo penal, cuando las partes se pusieron de acuerdo en que el órgano adecuado para juzgarlo era la Audiencia. Provincial de Oviedo. En aquella ocasión, apeló a su condición de abogado, se puso la toga y se sentó en el estrado junto a los otros letrados y el fiscal.

La Audiencia le condena ahora, además de a dos años y siete meses de cárcel, a pagar ocho euros al día durante un año y seis meses "con un día de privación de libertad por cada dos cuotas o fracción que deje de abonar".