Con un doble objetivo, celebrar el cuarto centenario de la publicación de la segunda parte de "El Quijote" y rendir homenaje al cervantista británico más querido y admirado de todos los tiempos, Anthony Close, fallecido en 2010, la Cátedra Emilio Alarcos organizó ayer un acto, titulado "Cervantes y la novela moderna", con el que consiguió abarrotar el Aula Magna del Edificio Histórico de la Universidad de Oviedo. Una conferencia que tuvo como principal protagonista al catedrático de Literatura Española de la Universidad de Oxford, Jonathan Thacker, discípulo de Close, experto en el teatro del Siglo de Oro y, como tantos otros hispanistas del Reino Unido, amante de Cervantes y de su obra maestra.

"Don Quijote es el texto más citado como fuente de inspiración por novelistas y estudiosos de todo el mundo. Es una obra imprescindible", señaló. Por eso, como analista de las traducciones de la novela de Cervantes a la lengua inglesa, aseguró que "las traducciones merecen más atención de los estudiosos y 'El Quijote' es el caso más importante de todos". Thacker explicó que "muchos traductores de Cervantes no han leído nunca su obra en español". Eso hace que se repitan errores y que las versiones alteren aspectos fundamentales como que "en algunas traducciones norteamericanas, Don Quijote y Sancho Panza usan billetes de un dólar", dijo entre risas. Thacker destacó que la llegada de "El Quijote" a Inglaterra fue muy rápida. "En 1605, pocos meses después de la publicación de la primera parte en Madrid, ya aparece la primera referencia". En 1612, Thomas Shelton firma la primera traducción. "Sirvió de inspiración durante siglos, pero se olvida que cada traductor inventa su propio Quijote". Hasta la actualidad, se han realizado una veintena de traducciones de la novela al inglés, "que han cambiado el mensaje". Esta dualidad entre el original y sus versiones le acercó directamente al recuerdo de su director de tesis en Cambridge, Anthony Close, que tanto escribió y habló sobre la crítica literaria y las alteraciones de los mensajes del autor. "Close luchó contra los que querían complicar 'El Quijote' y los que buscaban mensajes ocultos que sólo ellos veían".

Close también protagonizó el discurso del catedrático de la Universidad de Oviedo, Emilio Martínez Mata, admirador y gran amigo del hispanista. "Fue el intérprete más perspicaz de la obra de Cervantes y quién mejor representaba la actitud noble y generosa que caracterizaba a nuestro autor predilecto", destacó. Mata fue el coordinador de las conferencias "Cervantes y los cauces de la novela moderna", que organizó la Cátedra Emilio Alarcos en Oviedo y en las que Close pronunció su último discurso. Una ponencia que, junto a las del resto de participantes, se recogió en un libro que ayer presentó la directora de la Cátedra, Josefina Martínez, viuda de Alarcos y catedrática de Lengua Española. A la cita también acudieron Cristina Valdés, directora general de Universidades, y Roberto Sánchez Ramos (IU), "Rivi", concejal de Cultura de Oviedo, entre otros.