Dar con los nuevos personajes como si estuvieran buscando a Wally en los libros del británico Martin Handford. Así llegan los moscones al belén solidario de la asociación "Mujeres por Grado", que cada año incorpora nuevas figuras o elementos escenográficos convirtiéndose en una de las atracciones de la Navidad. "Hay que buscar", les dice Marina Vegas, del colectivo, mientras visitan el nacimiento, lo que les anima aún más a dedicar unos minutos y dar con las nuevas incorporaciones.

Cada año, las mujeres que pertenecen al colectivo trabajan durante una semana para preparar el belén, que este año destinará los fondos recaudados a sumar apoyos al pueblo saharahui tras las inundaciones que sufrieron este otoño. Y otro de los éxitos es la zona dedicada a recrear la villa moscona, a la que no le falta el mercado ni los edificios históricos y que este año ha sumado la muralla medieval. "Es muy guapo, me gusta verlo, sobre todo las figuritas que se mueven y las estrellas que se encienden cuando se hace de noche", destaca Marta Tamargo.

Ilusión y nervios. La visita al belén solidario resulta emocionante para la mayoría, sobre todo para los niños, que entienden que la llegada de los Reyes Magos cada vez está más cerca. Cada montículo de arena, cada haima en el desierto y cada pastor con las ovejas les deja claro que la Navidad ha llegado a Grado. De hecho, la apertura de las visitas de salida a las fiestas en el concejo. "Tengo ganas de que me traigan los regalos", afirma Óscar Álvarez.

Los primeros en visitar el nacimiento este año han sido los usuarios de la residencia de ancianos, quienes dedicaron una hora a escudriñar cada rincón. Si bien, las tardes son para los pequeños, quienes arrastran a sus padres hasta el antiguo edificio de la Pescadería para disfrutar de las figuras y escenarios. "Está muy guapo todo pero una de las cosas que más me gustó fue el mar", afirma Míriam Fernández, a lo que su amiga, Carla Alonso, añade: "Es que el faro cuando es de noche se enciende".

El belén, que este año ha ganado metros por el cambio de ubicación, se puede visitar de lunes a sábado desde las 17.30 horas hasta las 20.30 horas y los domingos desde las 10 a las 14.30 horas. Una atracción para vecinos y visitantes, ya que los domingos es el día que más visitas reciben.

"Se nota que el espacio es más grande, lo hace más lucido, sobre todo los espacios con agua, la verdad que es ya una tradición moscona y estas mujeres se merecen un premio", afirma Lucía Menéndez.