Unas molestas manchas han aparecido en la "escoba de oro". El galardón que periódicamente recibía el Ayuntamiento de Oviedo y su exalcalde, Gabino de Lorenzo (en formato de plata, de oro e incluso de platino), ha devenido durante el postgabinismo en sarpullidos de mal tono sobre el piso de calles con poco soleamiento o en las que han visto pasar su dosis de limpieza de dos a un baldeo por semana.

"Hay necesidades no cubiertas con el contrato actual con FCC, ya que el PP redujo servicios para pagar menos", explica Ana Rivas, concejala socialista de Infraestructuras.

Ello se ha traducido en "un deterioro en limpieza, baldeo, fregado y barrido de calles", motivo por el cual el Ayuntamiento ha pactado con FCC -en el marco de la prórroga de cinco años-, un plan de limpieza especial y el retorno del doble baldeo por semana a diversos barrios de la ciudad, sobre todo, periféricos.

A falta de esos cuidados especiales, el musgo, la mugre o la grasa invaden aceras y calzadas. "Sobre todo se quejan los vecinos de calles sombrías", especificó Ana Rivas.

Así pues, los dos baldeos por semana habrán de notarse en los barrios de San Lázaro, Otero, Tenderina, Ventanielles, La Corredoria, Teatinos, Argañosa o Vallobín.

Ese concepto de mayor intensidad en baldeos y fregados de calles ascenderá a 300.000 euros anuales, aunque Ana Rivas precisó que el Ayuntamiento obtuvo en ese punto una rebaja "de 150.000 euros". El objetivo de la limpieza especial también es la causa de la adquisición de tres máquinas fregadoras cuyo coste se eleva a 726.000 euros, de los cuales la empresa FCC se hará cargo de 354.000 euros, la mitad de la inversión.