El PP anunció ayer por boca de su líder, Agustín Iglesias Caunedo, que participará en la mesa de trabajo que se constituirá entre partidos políticos, hosteleros, comerciantes y vecinos con el fin último de modificar la ordenanza de terrazas que entró en vigor el pasado uno de enero y que, según los hosteleros, destruirá el 70 por ciento de las plazas en las terrazas de la ciudad al exigir que el cien por cien sean accesibles.

Los populares, que fueron los encargados de impulsar el texto que ahora apoyan revisar, reconocen que ha habido "problemas en cuanto a la interpretación de la ordenanza" y que es "urgente" realizar un estudio de las circunstancias de cada establecimiento o cada zona, que es lo que le reclamó durante más de un año el sector hostelero. "Habría que ir analizando caso por caso. En su día se dijo y ahora ha llegado el momento de realizarlo", aseguró ayer Caunedo, que compareció ante los medios en una rueda de prensa celebrada en el hall del edificio que tienen los grupos municipales en el Ayuntamiento.

La norma de terrazas fue aprobada por unanimidad por la anterior Corporación (en la que estaban, además del PP, Foro, PSOE e IU) en un pleno celebrado hace algo menos de un año. Ese día, el 27 de enero de 2015, Caunedo se felicitaba así por sacar adelante el texto: "Entre todos hemos logrado un texto que es esencial para la convivencia". Un año después y tras una prolongada polémica entre hosteleros y parte de los vecinos, el PP recoge la petición de los empresarios de sumarse a un grupo impulsado por el concejal de Urbanismo, Ignacio Fernández del Páramo (Somos). El edil, de hecho, elogió la decisión del PP de sumarse a "la línea de diálogo" para buscar el "consenso más amplio" y pidió tiempo para evaluar la ordenanza.

El presidente de los hosteleros, José Luis Almeida, también celebró el cambio de parecer de los populares, a quien pidió su implicación en la comisión de seguimiento. "En la vida hay que rectificar y buscar soluciones. Una ciudad sin terrazas no tiene sentido", dijo Almeida, que aseguró que "es necesario que todos participemos para resolver los problemas" y exigió la puesta en marcha de un plan turístico.

En este punto, Caunedo denunció la "paralización turística" de la ciudad. "El tripartito no cree en el sector hostelero y no está apoyando el turismo", dijo el líder popular, que alertó de la pérdida de congresos que, aseguró, van a afectar al municipio.