El Principado modificará este año la polémica ley de Espectáculos Públicos para permitir la música en directo en los bares. Según ha podido saber este periódico por fuentes del Gobierno regional, la decisión, que es firme, se adopta tras el movimiento gestado en Oviedo por los promotores de conciertos en directo en los bares y destacados músicos de la región, tras la amenaza de cierre (motivada por una denuncia) de uno de los locales de referencia en la capital asturiana, el Cá Beleño. Los promotores de conciertos en bares como éste y los artistas reavivaron sus protestas este verano reclamando el final de lo que consideran "una discriminación", exigiendo que un bar con licencia musical pueda emitir música sin importar que el sonido provenga de un tocadiscos, de un cantante o de una formación musical.
Fuentes del Gobierno del Principado explicaron ayer a LA NUEVA ESPAÑA que han traslado a los hosteleros su "voluntad de modificar el decreto 91/2004 "por el que se establece el catálogo de los espectáculos públicos, las actividades recreativas y los establecimientos, locales e instalaciones públicas en el Principado", pero "buscando siempre el consenso con todos los sectores implicados". Aprobada en 2002 por el Gobierno de Vicente Álvarez Areces (PSOE) y desarrollada con un decreto en 2004, la ley de Espectáculos Públicos del Principado considera que un concierto es un espectáculo público y establece los lugares en los que pueden celebrarse: salas de conciertos, circos, plazas de toros, discotecas, cines, museos, salas de conferencias, auditorios, bibliotecas y teatros, entre otros. Así, este amplio catálogo de lugares aptos para la celebración de un concierto excluye los bares (considerados locales de hostelería y restauración), que quedan limitados a la emisión de música grabada dentro de los topes de decibelios. El Principado está dispuesto a cambiarlo en el primer trimestre del año.
"Primero hablamos con todas las fuerzas políticas en la Junta General del Principado y después nos reunimos con el director general de Interior y Justicia, Rafael Abril, que nos comunicó que la ley se va a modificar en los próximos tres meses", explicó ayer el propietario del Cá Beleño, Frank Delgado. "El cambio es sencillo, que se incluyan los bares dentro del listado de sitios donde se pueden hacer conciertos. Era un sinsentido, el cambio es de sentido común", manifestó el hostelero ovetense. No obstante, desde Cá Beleño han remarcado que su lucha nada tiene que ver con que los bares puedan elevar los umbrales de ruido, ni que se amplíen los horarios de cierre, ni que se modifique la norma relativa a la seguridad de los locales. "La modificación no tiene nada que ver con que se incumpla la normativa vigente en materia de horarios y ruidos", explicó ayer Delgado en declaraciones a este periódico.
El grupo municipal Somos en Oviedo, socio del gobierno tripartito, se encontró con la paradoja este verano de tener que velar por el cumplimiento de la ley regional y, a la vez, defender la música en directo en los bares. Tras la polémica del Cá Beleño, Somos apostó por adaptar la legislación "a la realidad actual" y desarrollar un nuevo decreto que modificase la denominación, de manera que en el apartado de locales con música amplificada la ley especificase "música grabada en vivo". A finales de agosto, artistas como Nacho Vegas, Toli Morilla, Pablo Moro, Rafa Kas y muchos más músicos asturianos respondieron al llamamiento hecho desde el Cá Beleño en defensa de la música en vivo, y con ellos los hosteleros que programan conciertos. En la terraza del bar, todos a una, trasladaron a la vicealcaldesa, Ana Taboada, y al concejal de Urbanismo, Ignacio Fernández del Páramo, sus inquietudes y reclamaciones. Días después, celebraron un concierto reivindicativo en el que los músicos tocaban en "play back".
