Las primeras consultas con el especialista se han convertido en un problema de notable envergadura en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). La cifra de pacientes en lista de espera registrada a finales de año -cerca de 34.000- equivale aproximadamente a la actividad de consultas de tres semanas enteras. Dicho de otra forma, sería necesario frenar durante tres semanas la petición de citas con el especialista para poner a cero el contador de las demoras. Este panorama global se agudiza hasta el extremo en especialidades como dermatología, en la que este parón debería ser de unos tres meses. En traumatología se requeriría más de un mes, y en oftalmología aproximadamente cuatro semanas.
Los datos de lista de espera en la sanidad pública difundidos por la Consejería de Sanidad del Principado en su página web permiten realizar numerosos análisis sobre la situación del sector. Resulta habitual que se ponga el acento en la lista de espera quirúrgica. Sin embargo, los dos últimos consejeros del ramo -el actual, Francisco del Busto, y su antecesor, Faustino Blanco- han manifestado de forma pública que les preocupan más las esperas de consultas y de pruebas diagnósticas que las de cirugía. ¿Por qué? "Porque es peor tener un paciente sin diagnosticar que uno diagnosticado. Si me duele una rodilla y no sé la causa, me preocupa. Cuando tengo la seguridad de cuál es el problema deja de preocuparme, aunque evidentemente cuanto antes pueda solucionarlo, mejor", declaró Del Busto a este periódico el pasado mes de septiembre.
Los hospitales públicos de la región cerraron 2015 con 72.855 primeras consultas pendientes. De ellas, casi la mitad corresponden al HUCA. El incremento de las demoras se ha disparado en los tres últimos años. En diciembre de 2012, el complejo sanitario ovetense tenía en espera 17.201 primeras citas, con una demora media de 36 días. Ahora registra el doble de enfermos (33.965) y más del doble de espera (81 días).
La exhaustiva información que publica Sanidad incluye un dato interesante: el número de consultas que cada mes atiende cada especialidad. Eso es lo que permite establecer que si en diciembre se llevaron a cabo en el HUCA algo más de 44.000 consultas, y si en noviembre -mes de más actividad, pues hay menos festivos- habían sido casi 54.000, puede decirse que los casi 34.000 enfermos que aguardan por una primera cita requerirían el trabajo de unas tres semanas.
En el caso de la dermatología, la espera para una primera consulta puede ser de más de un año, según ha publicado este periódico en varias ocasiones. Los dermatólogos del Hospital Central atendieron algo más de 1.700 consultas en diciembre, y casi 2.500 en noviembre. En consecuencia, cabe deducir que dar respuesta a los 6.555 pacientes que estaban en espera a final de año requeriría el trabajo de unos tres meses, periodo en el cual las agendas de los especialistas deberían mantenerse cerradas.
El desnivel entre actividad habitual y demoras también es acusado, pero menos, en otras especialidades del HUCA con un volumen de esperas muy abultado. Es el caso de la oftalmología, con 4.979 pacientes, cifra que viene a equivaler al número de consultas que se atienden en un mes. En el caso de traumatología, los 4.668 enfermos pendientes de una primera cita requerirían un mes y pico de dedicación exclusiva.
