El descenso de las ventas por la crisis económica y el elevado gasto que supone para los comerciantes mantener una tienda abierta en el centro comercial Modoo -en el edificio de Calatrava- provocaron a principios de 2013, hace justo tres años, el cierre simultáneo de doce negocios en el centro comercial, aprovechando, como sucede ahora con Zara y Massimo Dutti, que tocaba revisar los contratos de alquiler. En aquellas fechas abandonaron "el centollo" comerciantes de toda la vida, como Camilo de Blas, pero también algunas franquicias de moda, calzado, decoración y bisutería. Se queda, según ha podido saber este periódico, Primark, tras una negociación "in extremis" en la que la cadena irlandesa llegó a mantener conversaciones con el centro comercial Los Prados para un posible traslado de la tienda.

Los comerciantes explicaban entonces que, además del descenso de las ventas por la crisis, los gastos que tenían que afrontar cada mes para mantener abiertos sus negocios eran insostenibles. Pocos meses después la firma holandesa propietaria del centro comercial, que entonces se llamaba Espacio Buenavista, puso a la venta el complejo. El fondo de inversión británico Alpha Real Capital y la consultora JLL tomaron las riendas del centro comercial del edificio de Calatrava a principios de 2014. Los nuevos gestores se plantearon como objetivo mantener las firmas que aún conservaba el centro comercial, así como atraer nuevos clientes. Además, realizaron una inversión económica para mejorar la imagen del centro, con toques de interiorismo", añade, porque su impresión, cuando desembarcaron en Asturias, es que el interior del centro comercial resultaba "un poco frío".